
SANTA CRUZ DE TENERIFE, 23 (EUROPA PRESS)
El reto demográfico en las islas requerirá de un “análisis mucho más serio, más amplio” a través de medidas “transversales” que vayan más allá de las vinculadas al entorno rural. En definitiva, un marco de actuaciones que pase por revisar el actual modelo económico de las islas, basado en el turismo, ya que este fenómeno afecta también a las periferias de las ciudades turísticas y capitalinas, según ha advertido el profesor de Análisis Geográfico regional de la Universidad de La Laguna, Luis Jerez Darias.
En una entrevista concedida a Europa Press, el especialista de La Universidad de La Laguna ahonda en las características del crecimiento demográfico en Canarias a lo largo de las últimas décadas, así como en el proceso de “estancamiento” en el que se sitúan las islas menores en la actualidad. El reto demográfico en las islas se caracteriza así por su “diversidad” entre islas, comarcas y hasta incluso en el interior de cada municipio.
“Hay un claro proceso de litoralización de la población en los municipios de Canarias, es decir, casi un 80% de la población de las islas se concentra en las franjas 0-500 metros de altitud. Así, se han ido abandonando las medianías, en un proceso de despoblación que tuvo lugar en los años 60 y 70 para ir a concentrarse a las capitales y sus entornos, y ya más recientemente también en torno a las áreas turísticas”, ha puntualizado.
A ello se le suma el “añadido” que diferencia a las Islas del resto de comunidades autónomas españolas, sobre todo las del interior penínsular: el fenómeno de la población flotante. De este modo, el “hecho insular” ha generado “atracción” a la migración de todas partes del mundo y turistas.
Y desde este contexto demográfico que se describe, Jeréz ha animado a meditar las muchas más posibilidades que hay para abordar este reto, apelando a ir más allá de las medidas concretas en el entorno rural, porque son las periferias de las ciudades turísticas y capitalinas las que también están afectadas por el fenómeno demográfico.
“Canarias ya no sufre despoblamiento. Canarias sufrió despoblamiento en los años 50, finales de los 60, y a partir de ahí la población de Canarias empezó a crecer. Se paró la inmigración a América, a Venezuela, y después Canarias se convirtió en un espacio de atracción, que no ha hecho sino crecer en población. Ahora tenemos un estancamiento demográfico en todos esos municipios rurales y en las llamadas islas verdes”, ha añadido.
Un factor al que hay que añadir el evejecimiento de la población en el archipélao, y donde la situación, asegura, es aproximandamente similar a los niveles con los que cuenta el resto del país.
MEDIDAS TRANSVERSALES
En paralelo, la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife ha presentado esta semana los datos relativos al Boletín de Coyuntura Económica de Canarias. En él, el presidente de la institución cameral, Santiago Sesé, apeló que “para crecer mejor” es necesario “controlar y equilibrar” el crecimiento poblacional entre islas.
Así, destacó la necesidad de continuar potenciando el desarrollo de las islas verdes con proyectos que mejoren su competitividad, así como de poner “límites” al crecimiento poblacional en las islas más colapsadas.
Comentó, asimismo, que en los últimos 25 años la población en Canarias ha crecido en 512.586 habitantes, de los que 245.698 corresponden a Tenerife, seguida a distancia de Gran Canaria con un incremento poblacional de 122.782 habitantes. Esta diferencia de habitantes entre las dos islas capitalinas podría encontrar su explicación en la migración, especialmente con el “efecto” que la población procedente de Venezuela ha tenido en Tenerife, así como con la que ha llegado de Europa, sobre todo ciudadanos británicos e italianos, a la isla.
En referencia a esas “medidas transversales” que habría que aplicar para afrontar el reto demográfico, el especialista de la ULL ha explicado que se trata de establecer herramientas “bastante amplias”, que pasen por revisar el modelo económico de las islas, vinculado al sector turístico y terciario, y que promueve que “la problación vaya allí donde haya más flujos de trabajo”, por ejemplo, a los municipios aledaños a los grandes centros turísticos, como es el caso de la acogida poblacional del municipio de San Isidro en Tenerife.
De este modo, las medidas concretas que se establecen en el mundo rural en el ámbito del reto demográfico no siempre consiguen el efecto deseado, a medio o largo plazo, para atajar este problema. De hecho, el profesor de la ULL ejemplifica esta cuestión con los planes de empleo que, en ocasiones, se impulsan en las islas verdes, allí donde hay más ruralidad, y que se desarrollan sin generar una “estructura económica” que de luego de cabida a personas con formación cualificadas, empresariados y trabajo para locales o población migrante.
- Te recomendamos -