LOGROÑO, 6 (EUROPA PRESS)
El portavoz del PR+, Rubén Antoñanzas, defenderá una moción “histórica” -en el próximo pleno del Ayuntamiento de Logroño, previsto para el próximo martes, 10 de septiembre- en la que pedirá recuperar “para los ciudadanos” las vidrieras y murales de la vieja estación de ferrocarril “ahora olvidadas en un almacén”.
Solicitará así que se expongan de manera permanente en la nueva terminal de tren para que puedan acudir todos los logroñeses para disfrutar de “parte de nuestra historia”.
En una rueda de prensa ha explicado que ésta es una demanda que su grupo político “lleva reclamando años. Ese conjunto artístico es de todos los logroñeses y debe ocupar el lugar que se merece”.
Como ha recordado “durante décadas, tanto las vidrieras como los murales presidieron el edificio de viajeros y creemos que no se puede dilatar más en el tiempo su exhibición”.
No obstante, el portavoz regionalista ha recordado que esta iniciativa ya fue aprobada la pasada legislatura por la Corporación pero que al final no se ha realizado.
“Era público y notorio que el anterior equipo de Gobierno se caracterizó por no ser sensible a las peticiones regionalistas”, ha lamentado el concejal.
Por ello “confiamos en que el actual Ejecutivo tenga más sensibilidad con el patrimonio de los logroñeses y apoye nuestra iniciativa”.
“El Ayuntamiento de Logroño tiene dos opciones, o solicitar a ADIF la donación a la ciudad de los dos murales y seis vidrieras para instalarlos en la estación de tren, o bien que se sigan siendo propiedad de ADIF pero con el compromiso de que permanezcan expuestos”, ha dicho el portavoz regionalista.
DOS MURALES Y SEIS VIDRIERAS
Antoñanzas ha recordado que los murales y las vidrieras son propiedad de ADIF y datan de mediados del siglo XX. Los murales son dos de grandes dimensiones (11,45 x 2,28 metros y 11,45 x 1,95 metros) pintados en óleo sobre tela de lino. Son obra de los hermanos Fernando y Martín Sáez-González, artistas cántabros afincados en Madrid a los que Renfe encargó estas obras para la estación de Logroño.
Estos murales están clasificados dentro de la corriente del ‘expresionismo dogmático’ y considerados una alegoría a la industria y a la agricultura, reflejan escenas costumbristas con elementos de la ciudad como el Puente de Piedra, las torres de La Redonda o el propio ferrocarril en Logroño.
En cuanto a las vidrieras, tres de ellas reproducen distintos medios de transporte y las otras tres contienen escudos de comarcas de La Rioja.
Antoñanzas ha detallado que el antiguo edificio de la estación de trenes fue inaugurado en 1958 con los murales que los hermanos Sáez-González habían pintado en 1955, por lo que estuvieron durante medio siglo formando parte de nuestro paisaje urbano.
Tras el derribo de la antigua estación de tren, las obras fueron trasladadas en 2010 al Taller Diocesano de Restauración de Santo Domingo de la Calzada para su restauración y depósito hasta su destino definitivo.
También ha indicado que en un primer momento se pretendía ubicar los murales y las vidrieras en el edificio ‘ratón’ que se iba a construir en el entorno de la urbanización del soterramiento del ferrocarril y que, al no haberse ejecutado, el conjunto permanece custodiado en un almacén de la estación de tren de Logroño.
“No se puede seguir privando a la ciudadanía de la contemplación de estos elementos de gran valor artístico y sentimental para la ciudad”, ha aseverado el portavoz regionalista, quien ha confiado en que el actual equipo de Gobierno defienda el patrimonio de los logroñeses.
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