MÁLAGA, 11 (EUROPA PRESS)
Málaga ha celebrado este sábado el acto institucional municipal de homenaje a las personas represaliadas durante la Guerra Civil y la dictadura franquista.
El acto ha tenido lugar en el Panteón de la Memoria Histórica, ubicado en el cementerio de San Rafael y han asistido, entre otros, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre; miembros de la Corporación municipal; y el subdelegado del Gobierno en Málaga, Javier Salas, entre otros.
El Panteón de la Memoria Histórica de Málaga, con forma de pirámide, inaugurado en enero de 2014, es fruto del convenio de colaboración firmado entre el Consistorio y la Asociación contra el Silencio y el Olvido y por la Recuperación de la Memoria Histórica de Málaga.
De la Torre, durante su intervención, ha aludido a la “labor larga, continua, durante varios años, entre el Ayuntamiento, la Junta Andalucía, también el Gobierno central y el apoyo de la UMA” para que “todas las fosas que estaban en el cementerio, con esos restos que llevaban décadas ahí, fueran recuperados con la máxima dignidad, con total dignidad, y puesto de una forma, creo, ejemplar, con los nombres”.
“Creo que ese trabajo ha quedado de una manera muy ejemplar en lo que me permito llamar recuperación de la memoria para consolidar la concordia”, ha destacado De la Torre, al tiempo que ha recordado que “no olvidemos que en la guerra civil hubo víctimas de dos represiones”.
“Las víctimas de la guerra civil, lo que fue guerra, de lo que fue represiones, en un contexto y otro, en un bando y otro, todo eso creo que se puede resumir en que a lo largo de los años de una etapa democrática de España, como fue la República, no se supo trabajar en crear una cohesión social, política, algo que evitara enfrentamientos, algo que no fuera a crear muros que dividen a una sociedad”, ha señalado.
Así, ha abogado por trabajar en “evitar creación y consolidación de muros” y sí “para que la democracia sea compatible y sea fecunda justamente en una cohesión política y una cohesión social donde la palabra muro, enfrentamiento, división, no exista; para que nunca se repita”.
Ha dicho que “es verdad que la sociedad española es muy distinta a la de entonces”, pero “a pesar de ello, todos los esfuerzos que hagamos para ir en la dirección a la cual me refiero, me parecerán pocos”.
Por su parte, Rafael Molina, de la Asociación contra el Silencio y el Olvido y Recuperación de la Memoria Histórica, ha dicho que “para nosotros, es un día muy importante”. “En este acto lo importante es que se está representando todo el pueblo de Málaga”, ha valorado.
También ha rendido “un homenaje a la memoria”, representado “por una persona que hace días despedimos”, Juan Muñoz, fallecido recientemente y del que durante el acto, su hija, Paqui Muñoz ha leído una carta póstuma.
“PRONUNCIAR LA PALABRA PAPÁ, QUE PARA MÍ NO EXISTÍA”
Paqui Muñoz ha tomado la palabra para dar las gracias por dejarle participar, aunque “no soy yo, es mi padre el que está aquí hoy, él nos dejó el miércoles, tenía 89 años, y nunca conoció a su padre, porque tenía 15 meses cuando lo fusilaron”. Ha recordado que su padre era el menor de tres hermanos –Antonio, Ana y él Juan–.
Así, ha leído la carta que va dirigido a “Francisco Muñoz Cobo, ‘Frasquito El Carpintero’, mi padre”. “Como los golpistas franquistas no me dieron opción a conocerte, escribo esta carta para desahogarme un poco de este sentimiento que tengo desde que tenía ocho años, edad a la que me enteré de lo que habían hecho contigo”, precisa el texto.
“A ti te asesinaron, te quitaron la vida y a los demás nos las quebraron para siempre. Ya de mayores, a fuerza de sacrificio, fuimos mejorando un poco pero no olvidando; mamá murió vestida de negro y Antonio y la niña –en referencia a sus hermanos– fueron dos personas excelentes. Mamá nos crió con humildad, honradez y educación”.
En la carta explica que “cualquiera que lea esto diría que estoy loco pero no, lo que he conseguido es hacer lo que nunca pude, hablar contigo un poco”, precisa, asegurando estar “orgullosos” del padre: “Papá, no puedo contar toda la historia, como ésta hay muchas desgraciadamente. Sólo despedirme como si nos estuviéramos viendo, con un fuerte abrazo y un hasta nunca, papá”. “Esta carta póstuma, entre otras cosas, me ha servido para pronunciar la palabra papá, que para mí no existía”, concluye.
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