El bloque aboga por “una solución política sostenible” y por abordar las “causas subyacentes” del conflicto entre el Ejército y el M23
BRUSELAS, 5 (EUROPA PRESS)
La Unión Europea (UE) ha aplaudido este viernes el acuerdo de tregua humanitaria de dos semanas entre el Ejército de República Democrática del Congo (RDC) y el grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23), imbuidos en un conflicto desde hace más de un año, y ha expresado su deseo de que pueda derivar en un alto el fuego permanente en el este del país africano.
La oficina del Alto Representante de la UE para Política Exterior y Seguridad Común, Josep Borrell, ha aplaudido “los esfuerzos de Estados Unidos” de cara a este acuerdo y ha destacado “el compromiso de RDC y Ruanda” de cara a la materialización del pacto.
“Esperamos que esta tregua humanitaria conduzca a un alto el fuego permanente y permita construir una solución política sostenible en el contexto de los procesos de Luanda y Nairobi”, ha manifestado, en referencia a los procesos de paz que acogen Angola y Kenia, respectivamente, para intentar alcanzar una solución política al conflicto.
Asimismo, ha subrayado en un comunicado que “la dramática situación humanitaria en la región destaca la creciente necesidad de poner fin inmediatamente a la violencia” y ha agregado que “también es imperativo desmovilizar a todos los grupos armados y poner fin a cualquier apoyo a los mismos”.
Por ello, ha insistido en que, en línea con su estrategia para la región de los Grandes Lagos, la UE “reitera la importancia de abordar las causas subyacentes de la crisis y fomentar la cooperación entre los países de la región”, al tiempo que ha abundado en que sigue preparada para “apoyar los esfuerzos destinados a lograr una paz duradera y promover el desarrollo sostenible” en esta zona del continente.
Horas antes, la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Adrienne Watson, había anunciado el acuerdo para esta tregua humanitaria en el este de RDC, donde los combates entre el Ejército y sus milicias aliadas y el M23, respaldado por Kigali, han provocado que 6,9 millones de personas hayan tenido que abandonar sus hogares desde octubre de 2023, según datos de Naciones Unidas.
La tregua ha entrado en vigor esta madrugada y durará hasta el 19 de julio, un periodo en el que ambas partes se han comprometido a “silenciar sus armas” para permitir el retorno voluntario de los desplazados y para facilitar las labores de los trabajadores humanitarios, y se apoya en las medidas acordadas el pasado mes de noviembre entre los gobiernos de Ruanda y RDC.
El acuerdo ha sido anunciado cerca de una semana después de que la primera ministra de RDC, Judith Suminwa, rechazara cualquier tipo de diálogo con Ruanda, acusado de apoyar a los rebeldes, dado que Kinshasa no quiere mantener conversaciones con “los agresores”, después de que el presidente ruandés, Paul Kagame, afirmara que el país está “preparado” para ir a la guerra con RDC en caso de que no hubiera otra opción.
El M23 es un grupo rebelde formado principalmente por tutsis congoleños y que opera principalmente en la provincia de Kivu Norte. Tras un conflicto entre 2012 y 2013, RDC y el grupo firmaron en diciembre un acuerdo de paz. En dichos combates, el Ejército congoleño contó con apoyo de tropas de Naciones Unidas.
El grupo lanzó una nueva ofensiva en octubre de 2022, recrudecida a partir de noviembre, lo que provocó una crisis diplomática entre RDC y Ruanda por su papel en el conflicto y ha provocado preocupación en la región ante la posibilidad de que estalle un conflicto entre ambos países.
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