MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
La Organización de Naciones Unidas ha llamado este viernes la atención sobre la “difícil situación” a la que se han visto expuestos los niños sudaneses como consecuencia del “alarmante aumento de la violencia provocado por la rápida escalada de las hostilidades” en el país y sus “consecuencias perjudiciales”, al tiempo que ha condenado “enérgicamente” los últimos ataques sobre Jartum.
“Desde que comenzó el conflicto, las violaciones graves han alcanzado niveles alarmantes. Las hostilidades deben cesar de inmediato y todas las partes, en particular las Fuerzas Armadas Sudanesas y las Fuerzas de Apoyo Rápido, deben cumplir con sus obligaciones en virtud del Derecho Internacional Humanitario y de los Derechos Humanos”, ha reivindicado la representante especial del secretario general de la ONU en materia de niños y conflictos armados, Virginia Gamba, “preocupada profundamente” por el “desplazamiento masivo de niños” fruto de la violencia continuada entre comunidades.
Gamba ha lamentado los “desgarradores niveles de violencia y explotación” sufridos por los niños, en ocasiones objeto de ataques deliberados, que han quedado “marcados física y emocionalmente” en un contexto en el que “muchos han sido reclutados por grupos armados, despojados de su infancia y obligados a desempeñar funciones de combatientes, espías o trabajadores”. Además, en el caso de las niñas, “aumentan los riesgos de violencia sexual”.
Así las cosas, son al menos cinco las zonas donde “se han confirmado condiciones de hambruna” y donde los niños “padecen hambre extrema”, contándose por “millones” las personas que ven insatisfechas sus “necesidades esenciales”, como agua potable, alimentación, atención sanitaria, alojamiento y educación.
“El conflicto está teniendo consecuencias catastróficas para los niños, ya que los esfuerzos humanitarios se ven gravemente perturbados por los riesgos de seguridad, los obstáculos burocráticos y los daños en la infraestructura”, ha apostillado la representante de Naciones Unidas, subrayando que la paz es “la única manera sostenible de proteger a los niños” y que “todas las partes en Sudán deben colocar los derechos y las necesidades de los niños en el centro de los esfuerzos para alcanzar(la)”.
Sudán se encuentra sumido en una guerra civil desde abril de 2023 a raíz de un aumento de las tensiones en torno a la integración de las RSF –ahora declaradas como un grupo terrorista– en el seno de las Fuerzas Armadas, parte clave de un acuerdo firmado en diciembre de 2022 para formar un nuevo gobierno civil y reactivar la transición abierta tras el derrocamiento en 2019 de Omar Hasán al Bashir.
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