MADRID, 14 (SERVIMEDIA)
El último hospital operativo en la ciudad de El Fasher (Darfur Norte, Sudán) se halla en peligro de cierre por el agravamiento de los bombardeos y los ataques, según denunció este miércoles Médicos sin Fronteras (MSF).
Este centro saudí, al que brinda apoyo la ONG, es el último hospital público que queda en la ciudad con capacidad para tratar a los heridos y realizar intervenciones quirúrgicas.
El último ataque, sufrido el pasado domingo 11 de agosto, causó grandes daños y dejó las instalaciones parcialmente inoperativas.
Se trata de la undécima vez que un hospital de El Fasher resulta atacado desde que se intensificaron los combates el 10 de mayo. El bombardeo alcanzó la sala de cirugía, matando al cuidador de un paciente e hiriendo a otras cinco personas. También resultó dañada la unidad de maternidad. Además, varias oficinas del hospital fueron alcanzadas y una enfermera resultó herida mientras trabajaba en ellas.
COLAPSO
Tras los intensos combates del sábado 10 de agosto, el hospital de la ciudad ya estaba inundado de heridos. Más de 100 personas llegaron al centro ese día, 14 de las cuales fallecieron a causa de sus heridas. Al mismo tiempo, 15 heridos fueron trasladados desde El Fasher a las instalaciones de MSF en el campo de desplazados de Zamzam.
Se espera que la intensidad de los combates aumente aún más en los próximos días. “Desde hace más de tres meses, la población de El Fasher está sometida a bombardeos constantes. Más de 2.500 heridos han llegado a los hospitales apoyados por MSF y más de 370 de estos pacientes fallecieron a causa de sus heridas. Se desconoce el número total de víctimas”, agregó Michel Olivier Lacharité, responsable de operaciones de emergencia de MSF.
“El ataque del domingo contra el Hospital Saudí —el mayor centro del estado de Darfur Norte— demuestra que las partes beligerantes no están haciendo ningún esfuerzo por proteger las instalaciones sanitarias ni a los civiles que se encuentran en ellas”, declaró.
Según apuntó, “nuestro hospital de campaña en Zamzam se construyó para tratar a niños con desnutrición y enfermedades pediátricas y, en la actualidad, no está preparado para tratar a los heridos”, advirtió Lacharité. “No hay quirófano ni banco de sangre”, por lo que “nuestro equipo se verá sometido a una enorme presión si siguen llegando heridos”.
HAMBRE
Además, prosiguió, la población del campo ya se enfrenta a problemas que ponen en peligro sus vidas. Hace más de seis meses, MSF dio la voz de alarma sobre la catastrófica crisis de desnutrición en el campo, y ahora el Comité de Revisión de Hambruna ha declarado el estado de hambruna en la zona.
Por todo ello, MSF instó a las partes beligerantes a que permitan el paso de suministros humanitarios sin obstáculos y protejan a los civiles y las estructuras sanitarias.
“El Saudí es el último hospital público que queda en Darfur Norte con capacidad para tratar eficazmente a los heridos. Si éste, o nuestras instalaciones en Zamzam, vuelven a ser atacados y dejan de funcionar, no quedará ningún lugar donde prestar asistencia y el número de muertos se disparará”, alertó Lacharité.
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