La banca europea se encuentra en una situación sólida y saneada en comparación con Estados Unidos, lo que la posiciona de manera favorable para enfrentar posibles tensiones financieras. En un contexto en el que el crecimiento de la economía mundial y europea se anticipa a enfriarse en los próximos meses, la solidez de la banca con fuertes ratios de solvencia y liquidez emerge como un elemento clave que garantizará la estabilidad económica ante turbulencias potenciales, según destacan varios expertos consultados.
Fuentes del sector enfatizan la necesidad de reforzar los niveles de liquidez de la banca, un indicador fundamental que mide la fortaleza del sistema financiero y que puede ayudar a amortiguar posibles tensiones financieras. De hecho, en el primer trimestre, CaixaBank lideró entre las principales entidades europeas los niveles de cobertura de liquidez (LCR) con un índice del 192%, que ahora ha aumentado al 207%. Esto supera a otras entidades como Société Générale (171), UniCredit (163), Crédit Agricole (162), Deutsche Bank (143), BNP Paribas (139) o ING (132).
Este indicador, junto con las ratios de solvencia, ha permitido fortalecer los balances de los bancos, y en el caso de la banca española, después de superar un proceso de reestructuración, los niveles han alcanzado coeficientes más que suficientes. Según Enrique Feás, investigador principal del Real Instituto Elcano, la banca española está preparada para resistir tensiones elevadas relacionadas con riesgos de crédito y riesgo ordinario vinculados a la actividad económica.
Además, las diez entidades financieras españolas evaluadas por la Autoridad Bancaria Europea (EBA) para medir los niveles de capital (CET1) recientemente aprobaron los test de estrés, con KutxaBank a la cabeza, y mejoraron los objetivos marcados por el Banco Central Europeo para resistir en posibles escenarios adversos.
Federico Steinberg, también investigador principal del Real Instituto Elcano en el área de economía internacional, subraya que a pesar de la desaceleración pronosticada a nivel mundial y europeo, la economía se mantiene, y el sistema bancario europeo se muestra sólido, más que el estadounidense. Esto disminuye el riesgo de una crisis financiera similar a la de 2008. Además, destaca el papel ejemplar desempeñado por los bancos en Europa y España durante la pandemia como fuentes de crédito y estabilidad.
Ambos expertos económicos señalan que la banca europea ha salido fortalecida para afrontar posibles turbulencias y atribuyen parte de este éxito a la supervisión rigurosa de los reguladores europeos, que, según indican, es más efectiva en Europa que en Estados Unidos. No obstante, hacen hincapié en que la supervisión debe aplicarse a todos los tipos de bancos y que la consolidación bancaria debería continuar avanzando.
En resumen, la banca europea, con su solidez y liquidez, se erige como un pilar de estabilidad frente a un entorno económico que experimenta desafíos, y aprende de las lecciones de crisis financieras anteriores para mantener su fortaleza y estabilidad en el actual contexto.
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