El Parlamento Europeo ajusta su enfoque hacia la estabilidad en el Mediterráneo, consolidando su alianza estratégica con Marruecos. Al inicio de su décima legislatura, el Parlamento Europeo ha optado por no reinstaurar el intergrupo dedicado al Sáhara Occidental, una decisión que pone fin a más de tres décadas de funcionamiento ininterrumpido desde su creación en 1987. Este movimiento refleja un giro significativo en la estrategia europea, orientada hacia políticas pragmáticas que fortalezcan la estabilidad y el desarrollo económico en la región mediterránea.
Prioridades renovadas y la búsqueda de socios sólidos
La formación de un intergrupo en la Eurocámara requiere el respaldo de al menos tres grupos parlamentarios. En esta ocasión, el grupo del Sáhara Occidental solo obtuvo apoyo del Grupo de la Izquierda, lo que imposibilitó su renovación. Esta falta de consenso evidencia una reestructuración de prioridades dentro del Parlamento Europeo, que ahora apunta hacia la consolidación de relaciones con actores fiables y estratégicos.
En este contexto, Marruecos se perfila como un aliado clave. Su papel en garantizar la estabilidad regional, promover el desarrollo sostenible y facilitar acuerdos en áreas como la gestión migratoria y la seguridad, ha consolidado su posición como socio prioritario para Europa. La decisión del Parlamento subraya la necesidad de distanciarse de iniciativas impulsadas en el pasado por el Frente Polisario y sus aliados, que habían utilizado el intergrupo como herramienta de presión política.
Implicaciones para Argelia y el Frente Polisario
La eliminación del intergrupo supone un revés importante para los intereses de Argelia y el Frente Polisario, que durante años lo habían utilizado como plataforma para promover su agenda en Bruselas. Esta decisión reafirma la apuesta europea por enfoques más pragmáticos y menos divisivos, alineados con la visión de varios Estados miembros y la Comisión Europea.
Además, el cambio puede interpretarse como un respaldo implícito al plan marroquí de autonomía para el Sáhara Occidental, considerado por numerosos países europeos como la solución más realista y efectiva para resolver el conflicto, al tiempo que garantiza el desarrollo y la estabilidad de la región.
Marruecos, un pilar estratégico en la región mediterránea
Con esta decisión, el Parlamento Europeo reafirma la importancia de Marruecos como socio confiable y estratégico. La cooperación en temas fundamentales como la gestión de flujos migratorios, la lucha contra el terrorismo y el desarrollo económico consolida a Marruecos como un actor esencial en la estabilidad del Mediterráneo.
La medida también coincide con el impulso a acuerdos comerciales entre la Unión Europea y Marruecos, beneficiando directamente a las poblaciones locales en el marco del Plan de Autonomía. Asimismo, la postura del Parlamento armoniza con las declaraciones del Consejo Europeo, la Comisión y diversos Estados miembros, consolidando una relación más sólida y beneficiosa para ambas partes.
- Te recomendamos -