SAN SEBASTIÁN, 14 (EUROPA PRESS)
Un estudio científico del Basque Center on Cognition, Brain and Language (BCBL) de San Sebastián concluye que la repetición en voz alta de nuevos términos “no siempre es la mejor técnica de aprendizaje”. Para este estudio se han realizado experimentos a más de 300 personas voluntarias.
En un comunicado, la investigadora del BCBL al frente del proyecto, Efthymia Kapnoula, ha indicado que “la simple escucha, o una pausa de escasos segundos antes de decir la palabra, puede ser más efectiva en la integración de nuevo vocabulario en nuestro cerebro”.
Además, ha destacado que los resultados de esta investigación, publicados en la revista Language, Cognition and Neuroscience, pueden “ayudar a desarrollar programas de educación más eficientes”, según fuentes del centro.
Kapnoula ha indicado que según los resultados de este estudio “la repetición de palabras para adquirir nuevo vocabulario puede tener efectos negativos en el aprendizaje, sobre todo cuando esta se realiza de forma inmediata”, mientras que la escucha de esa misma palabra o hacer una pausa entre la recepción y la producción de la palabra “puede ser más efectiva para aprenderla”.
Los participantes que han ayudado a los investigadores de BCBL a tener los datos necesarios para llevar a cabo este estudio se han sometido a diferentes pruebas y sesiones de entrenamiento para comprobar cuál es la mejor manera de estudiar una palabra inédita.
Así, en una primera fase del proyecto, se emplearon técnicas de eye-tracking para observar en tiempo real si repetir o no una palabra aprendida y oída previamente tenía efectos negativos o positivos en la integración de la misma en el sistema léxico mental.
En este primer experimento los investigadores apreciaron “que la repetición tenía un ligero efecto positivo al principio, pero su impacto al final era negativo”, añade Kapnoula.
Mientras, en una segunda fase, se emplearon términos más largos en el entrenamiento y se modificaron después algunos de los sonidos, como la ‘s’ por la ‘f’, para testar hasta qué punto los mecanismos cognitivos eran capaces no solo de integrar la palabra, sino también de recalibrar la percepción sonora del habla para reconocer la palabra correcta.
En este segundo entrenamiento además los participantes se dividieron en cuatro grupos diferentes: algunos tan solo tenían que escuchar la palabra para aprenderla, otros tenían que repetirla nada más oírla, otros repetirla dos segundos después de oírla y un último grupo tenía que repetirla hasta cuatro segundos después.
Según los expertos de BCBL, “las diferentes fórmulas ayudaron a determinar que el efecto negativo de la repetición de palabras en el estudio se debe al solapamiento en el tiempo entre la producción y la codificación cerebral de la palabra”. La investigadora explica que “cuando una persona repite una palabra inmediatamente después de escucharla, dedica unos recursos cognitivos en preparar la producción que no puede emplear para codificar profundamente esa palabra”.
“En contraste, si la producción se retrasa unos segundos, se evita este solapamiento y se puede realizar un aprendizaje y una codificación más profunda”, ha puntualizado. Los resultados de este estudio, además de “aumentar el conocimiento sobre los mecanismos cognitivos implicados en el aprendizaje de palabras, pueden ayudar también a desarrollar programas de educación más eficientes”.
Financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación del Gobierno de España, el proyecto de BCBL podría en un futuro abrir nuevas líneas de investigación para comprobar el impacto que puede tener añadir un mayor período de pausa, hasta un día de descanso por ejemplo, entre la escucha y la producción para un mejor aprendizaje.
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