SAN SEBASTIÁN, 14 (EUROPA PRESS)
Un conductor de 25 años de edad ha sido arrestado en Irun (Gipuzkoa) tras no obedecer las indicaciones de la Ertzaintza para que detuviera su vehículo y acabar arrollando a un agente. El arrestado triplicó la tasa de alcoholemia permitida en las pruebas que se le realizaron.
Según ha informado el Departamento vasco de Seguridad, alrededor de las siete de la mañana de este pasado sábado, una patrulla de la Policía vasca que circulaba por la Avenida Arizmendi de Irun vio cómo un automóvil circulaba con una rueda pinchada y tenía un fuerte golpe en el parachoques delantero.
Los agentes hicieron señales luminosas y acústicas al conductor para que se detuviera, pero éste hizo caso omiso. En su marcha golpeó, además, a un coche estacionado y, poco después, accedió a un garaje seguido por los ertzainas.
Dentro del aparcamiento, el sospechoso siguió sin obedecer a las indicaciones que le realizaban para que se detuviera, y realizó maniobras con su turismo para impedir que los agentes pudieran acceder a su interior.
De este modo, llegó a golpear a un ertzaina que intento entrar por la puerta del copiloto y que, como consecuencia, salió despedido contra una pared. Finalmente, uno de los policías logró entrar en el vehículo y quitar la llave de contacto.
Los agentes pudieron finalmente detener al joven, pese a que se resistió de forma activa lanzando patadas y manotazos, mientras que el agente arrollado fue atendido en un centro hospitalario.
Según se pudo conocer con posterioridad, antes de cruzarse con la dotación de la Ertzaintza, el individuo había tenido un accidente con otro automóvil en la calle Alberto Larzabal.
El arrestado arrojó unas tasas de 0,78 y 0,73 miligramos de alcohol por litro de aire espirado en la prueba de alcoholemia que se le realizó en dependencias policiales, cuando el máximo permitido es de 0,25 miligramos. El individuo, de 25 años, está acusado de un delito de atentado contra agentes de la autoridad y alcoholemia.
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