El retablo mayor es “una de las joyas artísticas más preciadas y valiosas” del municipio guipuzcoano
SAN SEBASTIÁN, 9 (EUROPA PRESS)
La Diputación Foral de Gipuzkoa ha informado de que se ha ampliado el periodo de restauración del retablo mayor de la parroquia de San Andrés de Eibar. Durante los trabajos de conservación preventiva llevados a cabo se ha observado la necesidad de continuar con los trabajos iniciados debido al mal estado de conservación de algunos elementos, que no se había podido detectar hasta este momento. Está previsto que concluyan a mediados del mes de enero, con un presupuesto de intervención de 13.600 euros.
La institución foral ha detallado que el coste de la intervención del retablo mayor de la Iglesia de San Andrés inicialmente era de 60.000 euros, financiada por el Departamento de Cultura y la parroquia, gracias al convenio de colaboración que existe entre la Diputación y la diócesis de San Sebastián para la conservación del patrimonio cultural de Gipuzkoa.
El retablo mayor de la parroquia de San Andrés es “una de las joyas artísticas más preciadas y valiosas” de Eibar. Su construcción se inició hacia la mitad del siglo XVI. El retablo fue tallado por Andrés Araoz y su hijo Juan Araoz, ambos conocidos artistas renacentistas.
Tras un parón de más de 100 años, el pueblo de Eibar decidió seguir con los trabajos del retablo, y en 1736 se retoman las labores para acabarlo definitivamente. Esta vez son los eibarreses Hilario Mendizabal y Fernando de Arizpe los encargados del trabajo, con la colaboración de Juan Bautista de Mendizabal, Domingo de Alzaga y Juan de Irazabal.
Este retablo está declarado como Bien Cultural con categoría de monumento por el Gobierno Vasco. A lo largo de este pasado año se han realizado diferentes trabajos de conservación en la iglesia y, entre otras cuestiones, se ha intervenido en los retablos laterales realizando trabajos de estabilización de elementos sueltos y caídos.
Durante las revisiones realizadas por equipos especializados en restauración se observó que el retablo presentaba una gran acumulación de polvo y depósitos lo que, además de distorsionar su visión, perjudica su conservación.
PELIGRO DE DESPRENDIMIENTO
También se pudo constatar la aparición de elementos sueltos con peligro de desprendimiento, por lo que desde el departamento de Patrimonio de Diputación Foral de Gipuzkoa se estimó conveniente la realización de una intervención de urgencia.
Los trabajos de restauración han estado dirigidos por la restauradora Sonia Sanz, y con ellos se ha procedido a la limpieza del retablo, la estabilización de elementos y la revisión de los amarres que sustentan las piezas del retablo. Asimismo, se ha realizado un estudio de las policromías y material constructivo.
Durante los trabajos se observó la necesidad de continuar con los mismos, para realizar labores no contempladas en el presupuesto inicial. Los trabajos se iniciaron el 1 de diciembre y hasta el 30 de diciembre se han trabajado 24 días naturales por un equipo de cinco personas.
Se propone ahora intervenir para la consolidación de la madera por medios químicos, afectada por el ataque de insectos xilófagos, lo que ha provocado su fragilidad derivando en roturas, desprendimientos y pérdidas de material. También, la reintegración de volúmenes mediante injertos de madera para tapar huecos y unir piezas rotas e inestables, realizándose esta labor únicamente en las zonas necesarias para su conservación.
Además, se llevará a cabo la reintegración cromática de los elementos nuevos de madera, para que se integren visualmente enel conjunto, y la fijación de la capa de preparación y policromía de la talla de San Andrés, una de las pocas piezas policromadas del retablo.
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