Defiende que en Argentina hay un cine “del cual los gobernantes deberían sentirse orgullosos”, y lamenta la “voluntad política ciega”
SAN SEBASTIÁN, 24 (EUROPA PRESS)
El actor Leonardo Sbaraglia, que encarna a José de Zer en ‘El hombre que amaba los platos voladores’, película de Diego Lerman a concurso en la Sección Oficial del Festival de San Sebastián, ha asegurado que el conocido periodista argentino a quien interpreta “perseguía cosas muy legítimas y mucha verdad”. De este modo, ha subrayado que “todos en algún momento nos sentimos un farsante” pero, al mismo tiempo, “estás persiguiendo alguna verdad”.
El filme relata como en 1986 el periodista José de Zer, junto al Chango, su camarógrafo, emprenden el viaje hacia La Candelaria (Córdoba) tras recibir una propuesta extraña por parte de dos personajes sospechosos. Al llegar al pueblo, no hay mucho que valga la pena analizar allí, tan solo un pastizal quemado en medio de los cerros, pero “lo que vino a continuación fue la labor de un genio mitómano con un talento oculto: la creación audiovisual de presencia alienígena más recordada de la historia de la televisión argentina”.
En rueda de prensa, Sbaraglia ha asegurado que se trata de una historia que “habla de cosas personales, del misterio, de lo que hay más allá, de lo que no podemos entender”, y ha señalado que encarnar a José de Zer ha sido “un desafío e enorme” ya que llegó al proyecto tras otro trabajo importante y, según ha dicho, “había ido al gimnasio de la imaginación y eso me dio la habilitación para este personaje.
Además, ha asegurado que “algo de ese discurso y de esa narración” que rodea a su personaje se la tuvo que creer, puesto que la película “maneja temas esotéricos, que no podemos entender, pero tienes que entrar en ese juego que no es nada paródico”. “El personaje va corriendo los límites de la realidad pero ¿cuál es la realidad?, ¿cuántos locos están en lugares muy importantes?”, se ha preguntado.
Por su parte, Diego Lerman ha explicado que De Zer “es una persona muy conocida, medio mitológica” y que en la provincia argentina de Córdoba “hay mucha mitología sobre los platos voladores”, situación que le pareció “muy atractiva” para hacer una película, que ha vinculado con “el origen de las ‘fake news’.
Así, ha señalado que el periodista era “un creador de ficción” y contaba “historias con pocos recursos”. “Es un personaje que busca y va creyendo en lo que el mismo crea”, ha añadido, al tiempo que ha incidido en que ‘El hombre que amaba los platos voladores’ es también un filme que “tiene que ver con las creeencias que atraviesan la historia de la humanidad en distintas épocas”.
Para el director argentino, que regresa al Festival de San Sebastián tras ‘El suplente’, este nuevo trabajado es un película “extraña” porque “es un personaje que crea ficciones, es alguien que va perdiendo la cordura, la noción de lo que es real y no lo es, que lucha con la enfermedad”, pero a la vez es “muy lúdica y muy vital”.
SITUACIÓN EN ARGENTINA
Preguntados por cómo la situación política en Argentina está afectando al sector del cine y audiovisual, el equipo de la película ha explicado que “es como un baile en el que no puedes dejar los dos pies en el suelo” y han agradecido el apoyo de Netflix para poder sacar el proyecto adelante.
En ese sentido, Diego Lerman ha asegurado que tienen la sensación de que “puede ser la última película que hacemos” y ha incidido en que esta sensación “un poco apocalíptica” que están viviendo “no solo en el cine” sino en otros ámbitos también y ha reivindicado la importancia de que el Instituto del Cine, “ahora paralizado”, siga funcionando.
“Hay un gran nivel de incertidumbre por como van a ser los próximos días”, es un momento de parálisis. El año que viene habrá pocas películas o ninguna, y tenemos tristeza e impotencia por ver este ataque sistemático y violento”, ha aseverado el director.
Por su parte, Leonardo Sbaraglia ha asegurado que “en este momento no sabemos hasta donde va a llegar esto” y ha lamentado la “poca voluntad de diálogo”. Así, ha remarcado que en Argentina “se está haciendo y tenemos un cine del cual todos los gobernantes deberían sentirse orgulloso” pero “hay una voluntad politíca ciega”.
“Es una industria que funciona y genera mucho trabajo, es una voluntad política y no económica y eso es lo triste. Lo último que queremos es estar hablando de política, pero se ha generado un escenario de conflicto que inciaron otros. Yo voy a seguir luchando por mi oficio y por seguir haciendo nuestro oficio de manera excelente, esa es nuestra misión”, ha aseverado.
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