Visita el centro Hargindegi de Caritas Bizkaia, que atiende a personas de hasta 94 nacionalidades diferentes
BILBAO, 9 (EUROPA PRESS)
El Lehendakari, Imanol Pradales, ha afirmado que en Euskadi aproximadamente el 5,6% de la poblacion está en situación de “pobreza severa” y es una realidad que hay que afrontar para “no avergonzarnos” como sociedad.
Pradales ha realizado estas manifestaciones en Bilbao, donde ha visitado junto con al consejera de Bienestar, Juventud y Reto Demográfico, Nerea Melgosa, y el obispo de Bilbao, Joseba Segura, el centro Hargindegi de San Franscisco gestionado por Caritas Bizkaia.
En una intervención, el Lehendakari ha subrayado que garantizar la dignidad de toda persona es un “valor fundamental” de Euskadi que forma parte del ADN de la sociedad vasca, que no debería “dejar nadie al margen”.
Pradales ha recordado que los últimos datos disponibles señalan que aproximadamente el 5,6% de la población de Euskadi se encuentra en una situación de pobreza severa y eso es “mucho más que un número”, son “personas con cara y ojos, con sentimientos, valores, sueños y necesidades”.
“Hoy en día convivimos con miles de personas que no pueden, por ejemplo, hacer frente a gastos imprevistos, como comprar una lavadora si se estropea, no pueden comer carne, pollo o pescado cada dos días, que no tiene acceso a internet, o no pueden permitirse pagar una semana de vacaciones al año fuera de casa. Eso es la pobreza”, ha señalado.
Pradales ha indicado que la media europea es 1,3 puntos superior a la de Euskadi y la del Estado 3,4 puntos más y, aunque Euskadi está “mejor que otros”, ha dicho que “no nos vale” y que no hay que conformarse. Según ha destacado, tienen la obligación y responsabilidad de encarar su “propia realidad, mirarla a los ojos y trabajar día a día para reducir estas situaciones de vulnerabilidad, de pobreza, de fragilidad”.
“Es la única manera de no avergonzarnos cuando, como sociedad, nos pongamos frente al espejo y esa es una responsabilidad que tenemos desde el Gobierno vasco”, ha agregado.
LABOR DE CÁRITAS
En este sentido, ha subrayado que la labor de Cáritas durante más de 65 años “ha sido, y sigue siendo, fundamental para apoyar a las personas más vulnerables”. Pradales ha defendido que la colaboración entre las instituciones, el tercer sector social y la ciudadanía es “más necesaria que nunca” porque “la pobreza no puede ni debe cronificarse y las desigualdades no pueden ni deben aumentar”.
“Este debe ser un objetivo de país”, ha señalado Pradales, que también se ha referido a la necesidad de gestionar con acierto la migración y dar una respuesta a las miles de personas que llegan a Euskadi “a trabajar, en busca de una vida mejor”.
Por su parte, el obispo de Bilbao, Joseba Segura, ha agradecido la visita del Lehendakari para conocer “esta realidad humilde y significativa”.
Segura ha recordado que hubo un tiempo en el que la Iglesia tenía “una gran responsabilidad” en la cohesión social, tenía servicios en Salud y en otras áreas, pero “ahora la responsibilidad fundamental está lógicamente en la administración pública” pero, según ha manifestado, quieren “seguir trabajando y colaborando”.
El obispo ha señalado que, en un momento en el que la gente “subraya sus derechos”, quieren centrar su “preocupación, interés y hacer” en aquellos que no los tienen asegurados. En este sentido, ha indicado que, en esta coyuntura, en la que Europa tiene unos horizontes “complejos” desde el punto de vista político y en la que se van a hacer “más fuertes” las tensiones sociales por el contexto de crisis, la administración pública puede contar con la Iglesia para “acompañar a los colectivo y para defender lo que sea necesario defender” para una sociedad integrada.
VISITA AL CENTRO
En el transcurso de este acto, Pradales ha visitado el centro Hargindegi de San Francisco que gestiona Caritas Bizkaia y que ofrece atención directa a personas de hasta 94 nacionalidades diferentes.
En la visita, en la que también ha estado presente la directora de Caritas Bizkaia, Elena Unzueta, han podido conocer la labor de esta orgaización que en 2024 ofreció atención, acompañamiento y diversos servicios a cerca de 11.000 personas en el territorio vizcaíno y participa e impulsa varios programas de la mano del Gobierno Vasco.
De las personas atendidas, el 52% eran mujeres, y se les ofrecía atención, acompañamiento y diversos servicios para hacer frente a realidades de pobreza, vulnerabilidad y exclusión social.
Hasta diciembre de 2024 Cáritas Bizkaia atendió a cerca de 4.400 personas que pertenecen a familias con hijos/hijas, de las cuales cerca de 1.890 (el 43%) forman parte de familias monoparentales, principalmente encabezadas por una mujer.
Cáritas ha destacado, precisamente, que este es uno de los grupos más presentes en pobreza y riesgo de exclusión social y que, además, supone un riesgo de transmisión intergeneracional de la pobreza, ya que “crecer en condiciones de pobreza y riesgo de exclusión social aumenta las posibilidades de sufrirlas en la edad adulta”.
Esta organización es una de las entidades del Tercer Sector Social vasco con la que el Gobierno Vasco colabora de forma habitual. Entre otros, Cáritas es miembro del pleno y de la comisión permanente del Consejo Vasco de del Voluntariado. También forma parte del Grupo de Trabajo creado en Euskadi con motivo de la crisis humanitaria de las inundaciones de Valencia, ya que trabaja sobre el terreno y traslada información de primera mano.
Además, Cáritas impulsa siete proyectos que están subvencionados directamente por el departamento de Bienestar, Juventud y Reto Demográfico, dirigidos a personas mayores vulnerables, a personas jóvenes en riesgo o en situación de exclusión social o a familias con hijos e hijas en situación de vulnerabilidad social, entre otros.
Cáritas es también miembro del programa Patrocinio Comunitario, un modelo para ofrecer acogida e integración a las personas refugiadas y forma parte de la Red Aholku-Sarea, que busca prestar información, orientación y asesoramiento jurídico en materia de extranjería.
Además, lidera el proyecto Re-compensa que se centra en el proceso de elaboración de un modelo o sistema de reconocimiento de los trabajos y las competencias que promueve la acción voluntaria.
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