La hemorragia causada por nueve lesiones con arma blanca perpetradas sin “titubeo”, causaron la muerte a Pujana
SAN SEBASTIÁN, 10 (EUROPA PRESS)
Un shock hipovolémico debido a la hemorragia causada por nueve lesiones con arma blanca en tórax y abdomen, perpetradas sin “titubeo” y “de forma rápida”, fueron la causa de la muerte de la joven Aintzane Pujana la madrugada del 2 de enero de 2021, según autopsia realizada al cadáver encontrado dos días después en una ladera de Aizarnazabal.
En la undécima jornada del juicio con jurado popular que se desarrolla contra un hombre y una mujer en la Audiencia de Gipuzkoa por el presunta retención, prostitución y asesinato de Pujana, han declarado los dos forenses del Instituto Vasco de Medicina Legal que realizaron la autopsia de la víctima, así como la que fuera jefa del servicio de genética forense de la Ertzaintza cuando se llevó a cabo esta investigación, además de otros cinco agentes de este Cuerpo que realizaron informes periciales.
Los forenses han señalado que, en una primera inspección del cadáver de Pujana, que se encontraba de cúbito lateral izquierdo, con las piernas, pies y glúteo al descubierto porque tenía los pantalones y la ropa interior, una braga y un tanga, “ligeramente bajados”, advirtieron “una serie de datos” que les llevaron a “orientar el caso hacia una muerte violenta de tipo homicida”.
Según han relatado, el cuerpo presentaba contusiones y hematomas en la cabeza y cuello “compatibles con golpes”, así como en la zona de los ojos y la frente, la nariz fracturada, una zona inflamada detrás de la oreja derecha y marcas de presión alrededor de la boca y de un lado del cuello, “compatibles con uñas” y “con un dedo pulgar”, como si la hubieran agarrado .
Además, presentaba, como lesiones en la zona dorsal que “podían corresponder a mordeduras de un animal roedor”, una brida en la muñeca derecha, un golpe “intenso”, una uña rota y erosiones en la mano izquierda, hematomas en los antebrazos, “compatibles con un intento de defenderse de golpes”, y lesiones en tórax y abdomen “compatibles con arma blanca”.
Respecto a estas últimas, han señalado que en total encontraron nueve heridas “muy similares”, que habrían sido producidas con “un elemento inciso punzante con un solo filo” y que “son vitales”, es decir, que la víctima estaba aún con vida cuando se produjeron.
A ello, han añadido que de las heridas de la zona del abdomen se habrían producido “muy rápidamente y en único momento”, mientras que las del torso “varían y no tienen tanta profundidad”. Además, han indicado que el tipo de arma blanca utilizada tendría “una longitud mínima de 12,9 centímetros de largo y anchura igual o inferior a 4,7 centímetros”.
También han señalado que “no había titubeo” en las lesiones con arma blanca de la zona del abdomen, que “entran en profundidad y de forma considerable” en intestinos, hígado, riñón y seccionaron la arteria aorta en la zona abdominal, lo cual no coincide con el relato de la acusada que, en su confesión en comisaría, señaló que ella había acuchillado a Pujana “obligada” por el acusado, que habría ejecutado los cortes, sujetándole la mano. “No hemos visto que hubiera tentativa”, han insistido.
También han añadido que los traumatismos en la cabeza podrían haber sido producidos por “un impacto intenso” contra una superficie, un zarandeo, o por “un objeto romo como un puño”. Los forenses también han destacado que no se han encontrado, “como suele ser habitual”, lesiones de arma blanca de intento de defensa en manos y brazos, probablemente porque la víctima “estaba con conciencia baja o inconsciente” y “no se movió”.
A este respecto han indicado que de los análisis toxicológicos realizados se deprende que Pujana, además de haber consumido sustancias estupefacientes en los últimos tres meses, tenía en ese momento una tasa de alcohol en sangre de 2,5 y había consumido ansiolíticos.
Además, había sufrido “traumatismo en la cabeza” con lesiones cerebrales “no mortales”, lo que le habría causado “una incapacidad de responder a estímulos urgentes como defenderse de una agresión en la que está en juego la vida”.
ADN DE LOS ACUSADOS
Por otro lado, los forenses han indicado que no se encontró ADN de los dos acusados en el cuerpo de la víctima, que estuvo desde el día 2 al 4 a la intemperie en unas condiciones climatológicas muy adversas.
También han señalado que Pujana no presentaba mordeduras de perro, ni lesiones compatibles con brida en el cuello, y sí restos de semen de dos hombres en la ropa interior. Asimismo, han apuntado que los hematomas de la cabeza y cuello serían anteriores a las lesiones con arma blanca.
Según han concluido, la causa de la muerte de Pujana fue el “shock hipovolémico” causado por la hemorragia causada por las lesiones con arma blanca en tórax y abdomen.
Por su parte, la ertzaina experta en genética se ha referido a las muestras recogidas en el agroturismo de Aizarnazabal, donde residían los dos acusados y la víctima. Según ha indicado, se encontró ADN del acusado en el bolsillo pequeño y la cremallera de una mochila negra, de la víctima en las manchas de sangre encontradas en una sábana, una manilla, en la lavadora y el colchón de una cama.
También se halló ADN de ella y del acusado en sangre encontrada en el lavabo del establecimiento, así como ADN “compatible” con el acusado en gotas de sangre recogidas en el baño, el fregadero y suelo de la cocina y en una sábana bajera. La vista continuará este viernes con la declaración de más forenses y ertzainas.
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