BILBAO, 3 (EUROPA PRESS)
La Universidad del País Vasco (UPV/EHU) está coordinando un proyecto denominado ENCLOSURE (Eco-design of NanoCeLlulOse-based Solutions for cUltuRal hEritage conservation: materials development, validation, and life cycle assessment), financiado con fondos Next Generation y que tiene como objetivo proporcionar soluciones holísticas para “la conservación respetuosa” del patrimonio cultural a través de biopolímeros y, en concreto, a través de las nanocelulosas y celulosa bacteriana.
Desde la universidad vasca han explicado que “la necesidad de tecnologías eficaces, materiales a medida y soluciones innovadoras para la conservación del patrimonio cultural ha aumentado considerablemente en las dos últimas décadas”.
“Lo ideal –han añadido– sería que las nuevas tecnologías de conservación emplearan materiales y procedimientos respetuosos con el medio ambiente, reduciendo al mínimo los que puedan resultar peligrosos para el usuario final o presenten ecotoxicidad. Sin embargo, hasta ahora, muy pocas tecnologías y materiales de este campo pueden considerarse totalmente sostenibles desde el punto de vista medioambiental”.
Entre esas soluciones sostenibles, según han indicado, los geles basados en polímeros de origen natural, como la goma xantana o el agar, “se han revelado recientemente como una alternativa prometedora para la limpieza de pintura caballete y esculturas” y la celulosa, “el polímero natural más abundante en la Tierra”, también ofrece la posibilidad de obtener geles.
Además, se trata de un material que ya se utiliza en la conservación del patrimonio y, “por ejemplo, es frecuente el uso de emplastos de celulosa para la adsorción de sales cristalizadas”. Desde la UPV/EHU han apuntado que, al igual que en otros campos, se está explorando el potencial de las nanocelulosas para la conservación de obra en papel, tela o madera.
En este marco, surge el proyecto ENCLOSURE (Eco-design of NanoCeLlulOse-based Solutions for cUltuRal hEritage conservation: materials development, validation, and life cycle assessment), que coordina la Universidad del País Vasco y es financiado con fondos Next Generation. Su objetivo es proporcionar soluciones holísticas para la conservación respetuosa del patrimonio cultural a través de biopolímeros y, en concreto, a través de las nanocelulosas y celulosa bacteriana.
“Queremos desarrollar materiales celulósicos en diferentes formatos que sirvan para eliminar sales, suciedad y restos orgánicos de restauraciones pasadas en pintura mural y de caballete entre otros soportes”, ha explicado la profesora del Departamento de Química Analítica en la Facultad de Farmacia de la Universidad del País Vasco Maite Maguregui, que, junto al profesor de la Escuela de Ingeniería de Bilbao de la UPV/EHU Erlantz Lizundia, es una de las investigadoras principales de este proyecto.
Su experiencia en el campo de materiales, por un lado, y en la química aplicada al estudio y conservación del patrimonio, por otro, evidencian, según ha destacado Lizundia, el carácter interdisciplinar del proyecto.
Otros 16 investigadores del campo de las ciencias naturales (química y geología), ingeniería de materiales y la conservación, procedentes de la Universidad del País Vasco, la Universitat de Barcelona, la Universidad de Oslo, la Universidad de Estocolmo y la ETH Zúrich, además del Instituto de Nanociencia y Materiales de Aragón (CSIC-Universidad de Zaragoza) trabajan también en este proyecto a favor de la conservación del patrimonio.
Sus responsables han precisado que “una parte crucial del proyecto consiste en la validación de la efectividad de los materiales desarrollados en reproducciones de pinturas murales y de caballete, sobre las que explorarán diferentes formas de aplicación con el fin de poder dar el salto a su utilización en obra real”.
“La evaluación del ciclo de vida permitirá cuantificar la sostenibilidad medioambiental de los materiales desarrollados. Y puesto que el fin último del proyecto es transferir estos nuevos materiales a los profesionales de la conservación del patrimonio, hacia el final de ENCLOSURE, se organizará una jornada abierta a profesionales del campo, con el fin de realizar una demostración de las capacidades de los materiales desarrollados”, han anunciado.
En palabras de Maguregi, este proyecto pretende “allanar el camino” para trasladar, en el futuro, el uso de las nanocelulosas a otros materiales patrimoniales, “posicionando estas nuevas tecnologías como una nueva familia de soluciones medioambientalmente sostenibles”. La investigadora ha colaborado en proyectos de investigación sobre los frescos de Pompeya o los murales de Munch en la Universidad de Oslo.
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