La Policía Local le detuvo semanas antes por una agresión a la víctima también en el establecimiento
BILBAO, 9 (EUROPA PRESS)
Agentes de la Ertzaintza han relatado este martes, en el juicio por el crimen registrado el 28 de diciembre de 2022 en un bar de San Francisco de Bilbao, que las grabaciones de las cámaras muestran que el acusado regresó al local una hora después de abandonarlo tras el asesinato de su pareja, momento en que se le ve “con una fregona en la mano” y marcharse con una bolsa, antes de volver por segunda vez al establecimiento y llamar a la Policía.
La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Bizkaia ha celebrado este martes la segunda sesión del juicio por este crimen, en el que el acusado se enfrenta a una petición de pena por parte de las acusaciones de hasta 28 años de prisión y otros 10 años de libertad vigilada por delitos de asesinato y maltrato habitual, con agravante de género y parentesco.
Por su parte, la defensa considera los hechos constitutivos de un delito de homicidio con las atenuantes de confesión, consumo y adición a bebidas alcohólicas, arrebato u obcecación, y reparación del daño, por lo que plantea una pena de ocho años de prisión.
En esta sesión han declarado un total de 20 testigos, entre agentes de la Policía Municipal de Bilbao y la Ertzaintza, amigos de la víctima o del acusado y familiares de este último.
Entre ellos, el compañero de trabajo del encausado y que conocía a la pareja por haber estado viviendo durante unos meses en una habitación alquilada en su piso, que abandonó por las “constantes discusiones” que mantenían.
Según ha explicado, el día en que sucedieron los hechos, el acusado le llamó “unas diez veces” a partir de las 5.29 horas, aunque no habían quedado hasta las nueve para ir a trabajar, con voz de que “estaba embriagado”.
Según ha relatado, en esas llamadas, el acusado le pidió que “fuera a limpiar” y él pensó que se refería al bar que la víctima regentaba. Ante su insistencia, le buscó y finalmente encontró en la calle en que vivía hacia las siete de la mañana.
Entonces, el encausado le dijo que se había “cargado” a la mujer y “encima de la manera más fea”, y le pidió consejo sobre “qué hacía”, por lo que el testigo le dijo que “llamara a la Policía” porque él la “iba a llamar” y, de hecho, se fue a una rotonda donde suele haber una patrulla para informarles. Cuando llegaron al bar, ha añadido, ya estaba allí el acusado con otra patrulla de la Policía Local.
También ha declarado la mujer que estuvo en el bar con el acusado y la víctima esa noche cenando y realizando un ritual para atraer suerte al negocio, y que ha relatado que, durante la noche, la pareja tuvo un “disgusto” cuando unos clientes intentaron entrar.
Según el testimonio de uno de estos hombres, la víctima había llamado para invitarle a él y a un amigo a tomar algo al local, pero cuando llegaron, el acusado le empujó y le dijo “qué quieres con mi mujer”, por lo que optaron por marcharse.
AGENTES
Por otro lado, han prestado declaración los agentes que se personaron en el bar, tras recibir por radio el aviso de que se había recibido una llamada alertando de los hechos, y que han explicado que encontraron en el local al acusado, en el que no percibieron síntomas de estar ebrio y que les dijo que había matado a su pareja con un cuchillo.
También localizaron en el bar a la víctima tendida en el suelo en un pequeño habitáculo del bar “con varios cortes” en el vientre y la cara “ensangrentada”, y observaron que había una fregona “sucia de sangre o algo que parecía sangre” y signos de que la habían pasado por el suelo.
Asimismo, han declarado varios agentes de la Ertzaintza que han intervenido en la instrucción, que han detallado, entre otras cuestiones, el contenido de las grabaciones de las cámaras que había en el bar donde se cometió el crimen.
Según han explicado, en esas imágenes se percibe un primer momento “de agresividad” sobre las dos y media de la madrugada, cuando se ve a la víctima hablar por teléfono y pintarse los labios, y “parece ser que a él le molestó bastante”. En un momento dado, han indicado, “se enciende el teléfono y lo atiende él, y el gesto es romper el teléfono”, aunque luego “parece que la cosa está más relajada”.
Después de marcharse la amiga con la que estaban, según han indicado, las grabaciones muestran cómo sobre las cinco y veinte “él intenta cogerla por la cintura y ella hace un gesto como de apartarle”, momento en que “la tira al suelo”, tras lo que la víctima queda tendida en la zona del habitáculo que no se ve en las cámaras y “solo se ven los pies” en algunos momentos y en otros “desaparecen”. Minutos después se observa que el acusado se produce “un cambio de ropa”.
Los agentes han explicado que, sobre las 6.49 horas, se ve cómo el acusado apaga las luces y se va para regresar una hora más tarde. Entonces aparece “con una fregona en la mano y cierra la puerta” del habitáculo y, tras 20 minutos, se vuelve a marchar con “una bolsa de basura con algo”. Finalmente, regresó minutos antes de las nueve de la mañana y llamó a la policía.
Los ertzainas retiraron en comisaría al acusado ropa y las zapatillas y en la habitación donde vivían también ropa y calzado “con manchas compatibles con sangre”, aunque había más cantidad en las segundas.
DETENCIÓN SEMANAS ANTES
La ertzaina responsable de la instrucción ha señalado, por otro lado, que constan varias actuaciones policiales en las que “ha tenido que acudir la Policía porque había una pelea entre ambos”, que reflejan que “entre ambos había una relación bastante tóxica”.
Entre los testigos que han declarado en esta sesión, dos policías municipales de Bilbao han relatado que en los primeros días del mes de diciembre habían acudido al bar tras ser alertados de un incidente y se encontraron el local con “todo revuelto, tirado”, y a un hombre “sangrando de una mano”.
Aunque la víctima les dijo que no había sido agredida, percibieron “marcas” en la nariz y, además, una testigo les dijo que sí lo había sido, por lo que revisaron las grabaciones de las cámaras del bar, en las que vieron “una pequeña discusión y que el hombre arranca con todo lo que estaba en la barra, el monitor, la caja, y va hacia donde ella y la acomete con la mano o el puño”, por lo que procedieron a la detención del ahora encausado por violencia de género.
Finalmente, han declarado dos de las tías del encausado, que han asegurado que su sobrino tenía desde hace “muchos” años problemas con el alcohol.
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