SAN SEBASTIÁN, 24 (EUROPA PRESS)
El director del Festival de Cine de San Sebastián, José Luis Rebordinos, ha trasladado el apoyo de este certamen al cine argentino y al de otros países de América Latina que también “sufren muchos problemas por sus gobiernos”, como es el caso del “cine venezolano, cuya mayor parte, se está haciendo desde el exilio”.
Rebordinos se ha referido en estos términos en el acto que ha llevado a cabo el Festival –en su 72 edición, que se celebra hasta el sábado en la capital guipuzcoana–, en apoyo al cine argentino en la escalinata del Palacio de Congresos Kursaal.
A la cita han acudido numerosos representantes de la industria cinematográfica del citado país, como el actor Leonardo Sbaraglia o el cineasta Diego Lerman, así como del sector en general, que han posado para una foto grupal bajo el lema ‘Cine argentino Identidad’ tras una pancarta con los colores de la bandera argentina.
Rebordinos ha trasladado el apoyo del Zinemaldia al cine de Argentina pero también ha recordado que “hay otros países de américa latina que sufren muchos problemas por sus gobiernos” y, como ejemplo de ello, ha señalado que “la mayor parte del cine venezolano se está haciendo desde el exilio”.
El director del Zinemaldia, el de la Filmoteca Vasca, Josean Fernández, y Gema Beltrán del festival donostiarra, han leído un comunicado, en castellano, euskara e inglés, respectivamente, a través del cual el certamen de la capital guipuzcoana muestra su solidaridad con la industria del cine argentino, lo cual “no es una intromisión en la política” de este país.
“Durante años hemos colaborado con el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) de Argentina, que ha tenido diferentes colores políticos perteneciendo a gobiernos conservadores, más o menos liberales, de derechas o de izquierdas”, han recordado, para añadir que, “con todos ellos y con sus características propias que a la ciudadanía argentina y solo a ellos corresponde definir”, la industria cinematográfica argentina ha conseguido “desarrollarse con normalidad y ser una de las más importantes de América Latina, mostrando la imagen positiva del país y siendo un motor económico de la sociedad”
“Hoy el Festival de Cine San Sebastián, como manifestación cultural que es, no puede pertenecer al margen del desmantelamiento de una cinematografía nacional por parte de un gobierno que, además, justifica una dictadura militar que asesinó a miles de ciudadanos”, han defendido, al tiempo que han clamado “aguante al cine argentino”.
Por su parte, desde el cine argentino han agradecido a Rebordinos su apoyo y el brindar al cine argentino “este espacio”. “El Festival de San Sebastián es uno de los más prestigiosos del mundo, además de ser un festival que celebra y apoya, como ningún otro, al cine argentino”, han aplaudido.
También han señalado que, en la edición actual, Argentina está representada por 26 películas y proyectos en diferentes secciones. “Estas obras no solo recorrerán el mundo, sino que también abrirán un espacio para el diálogo entre distintas culturas”, han destacado.
A ello han añadido que esta “significativa presencia” del cine argentino en el Zinemaldia “es el fruto de políticas cinematográficas que a través de INCAA fomentaron activamente nuestra actividad audiovisual, prolífica y reconocida a nivel mundial”.
Sin embargo, han lamentado que Argentiva experimenta, en la actualidad, “una parálisis absoluta que ha herido de muerte al cine argentino”. “En la próxima edición no habrá 26 películas, probablemente haya cinco, dos o ninguna”, han advertido, al tiempo que han subrayado lo que “eso significará en los cines de la Argentina, sin películas nacionales que proyectar, en las que nuestro público pueda verse, pensarse”
“Al igual que la ciencia, la universidad pública, los jubilados, el cine es una moneda de cambio más en una guerra cultural, que a nadie beneficia y que no aporta nada a nuestro país”, han sostenido. A su juicio, “más bien parece una cortina de humo, para distraer a la sociedad en una economía donde día a día se hace más difícil acceder a las cosas más elementales, generando hambre, ignorancia y odio”.
En este sentido, han señalado que ello “es parte de la agenda de un gobierno ultraliberal que intenta proporcionar como libertad la destrucción de nuestra memoria y de nuestra sociedad”.
Tras incidir en que “la cultura, la salud y la educación son derechos fundamentales del pueblo argentino”, han reivindicado que la Cultura son los “símbolos” de los pueblos y, por tanto, “es tarea del Estado proporcionar las condiciones necesarias para la creación y la producción de bienes culturales”.
“Por eso estamos alzando nuestra voz en defensa de nuestra identidad y nuestros derechos”, han reivindicado, para concluir afirmando que “la lucha por el cine argentino es una lucha por nuestro futuro”.
- Te recomendamos -