Fue localizado por la Ertzaintza a través del dispositivo de GPS que portaba, al parecer, por un episodio de violencia de género
BILBAO, 25 (EUROPA PRESS)
El acusado de matar a su compañero de piso en Bilbao el 22 de octubre de 2021, E.P.G., estaba “tranquilo”, reconoció los hechos y dijo que había tenido “un altercado con un cuchillo” cuando fue detenido por la Ertzaintza, que le localizó a través del dispositivo de seguimiento por GPS que portaba, según la declaración de un agente, por un episodio de violencia de género.
La Audiencia Provincial de Vizcaya ha acogido este martes la segunda jornada del juicio contra E.P.G, que ayer admitió en su declaración que le asestó varias puñaladas a su compañero de piso para causar su muerte y, posteriormente, se marchó de la vivienda, dejando en el suelo del hall del piso a la víctima, que falleció el 25 de octubre de 2021 en el Hospital de Cruces.
En su declaración, E.P.G., explicó que, sobre las ocho de la tarde del 22 de octubre de 2021, tuvo una discusión con su compañero de piso y, en el seno de esa disputa, cogió un cuchillo y un tenedor y se encaró con la víctima.
El procesado admitió que asestó varias puñaladas a la víctima sabiendo que le podía causar la muerte y que, cuando esta quedó en el suelo, se marchó de la vivienda y fue detenido después por la Ertzaintza. A la pregunta de la fiscal de si “asestó esas puñaladas con intención de matar y queriendo matar, lo que así sucedió”, el acusado respondió que sí.
En la sesión de este martes han declarado los agentes de la Ertzaintza que acudieron al domicilio de la calle Pintores Arrue de Bilbao, donde ocurrieron los hechos, los que realizaron la inspección ocular y recogieron pruebas, los que llevaron a cabo el análisis de las muestras y evidencias recogidas y los que practicaron la detención del encausado.
Uno de los agentes de la Ertzaintza que llevó a cabo la detención de E.P.G. ha relatado que, además de contar con la descripción física del encausado, pudieron localizarle porque llevaba un dispositivo de seguimiento por GPS, “al parecer por un episodio de violencia de género”. De esta forma, gracias a esta pulsera de geolocalización que portaba para “no poder acercarse a su víctima”, ha indicado el ertzaina, pudieron dar con él.
Cuando procedieron a su identificación y detención, ha explicado, el acusado estaba “tranquilo”. “Reconoce los hechos, dice que ha tenido un altercado con un cuchillo, pero estaba en todo momento tranquilo”, ha testificado el agente, que no ha recordado si las ropas que vestía el acusado estaban manchadas de sangre.
Por su parte, los agentes que acudieron al domicilio tras recibir el aviso de “un incidente” en el que “una persona podía haber sufrido una agresión”, han declarado que, a su llegada, estaban los equipos sanitarios atendiendo a una persona que “había perdido el conocimiento y había recibido varias puñaladas”. En el lugar, han indicado, encontraron un “tenedor partido” y “un cuchillo con sangre y la punta doblada”.
Los agentes que llevaron a cabo la inspección ocular en la vivienda recogieron como evidencias “un tenedor roto con la cabeza separada del mango”, un cuchillo de cocina “impregnado en sangre”, un cuchillo con funda “sin rastro de sangre” encontrado en la habitación de la víctima, además de una huella palmar impregnada en sangre estampada en una de las paredes del hall y otra huella de calzado encontrada en el suelo del cuarto de baño.
También ha relatado que había manchas de sangre en el suelo y salpicaduras de sangre en las paredes y puertas que daban al hall donde se hallaba la víctima.
Tras el análisis de las evidencias, se encontró una huella en el filo del cuchillo de cocina perteneciente al acusado y ADN del procesado y de la víctima en los bordes del mango del tenedor.
PENAS
El Ministerio Fiscal solicita para el acusado de asestar más de 20 cuchilladas a la víctima una pena de 19 años de prisión por un delito de asesinato con alevosía, con la concurrente de la circunstancia agravante de reincidencia, ya que fue condenado por homicidio y cumplió nueve años y medio de cárcel, así como la atenuante de anomalía o alteración psíquica. Además, pide una 10 años de libertad vigilada, así como 16.500 euros de indemnización para cada uno de los seis hermanos de la víctima.
Por su parte, el abogado de la acusación particular, que representa a uno de los seis hermanos de la víctima, solicita 21 años de cárcel por delito de asesinato con ensañamiento y alevosía, con la agravante de reincidencia y alteración psíquica. Asimismo, pide 10 años de libertad vigilada y 25.000 euros para cada hermano de la víctima en concepto de responsabilidad civil.
El abogado defensor solicita la absolución del encausado porque “no consta acreditada la participación” del demandado en los hechos que se le atribuyen.
El juicio continuará este miércoles con la presentación de la pruebas periciales y la declaración de los forenses, y también está previsto que las partes presentes sus conclusiones e informes.
“JUSTICIA”
En la sala de vistas han estado presentes los familiares de la víctima, que tenía 63 años cuando falleció, que han pedido “justicia” y que el acusado, que cumplió nueve años y medio de cárcel condenado por la Audiencia de Madrid por un delito de homicidio, “no salga de la cárcel” para que “no vuelva a matar”.
Según han asegurado los hermanos de la víctima, el acusado y el fallecido llevaban conviviendo en el piso compartido unos tres meses y “se llevaban bien”. Asimismo, han dicho desconocer lo que motivó la discusión que acabó con la muerte de su familiar, que era “la alegría de la familia”.
- Te recomendamos -