Ve “un error aplicar una política monetaria restrictiva para atajar un problema de inflación de oferta”
BILBAO, 24 (EUROPA PRESS)
El consejero vasco de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, ha destacado que los bancos de la zona euro “han demostrado capacidad de resistencia” y las reformas realizadas tras la crisis de 2008 “han funcionado”. De este modo, ha afirmado que pueden darse “turbulencias” como la caída en la cotización de Deutsche Bank, que ha confiado esté “focalizada” en el banco alemán, pero ha confiado en que no se genere “una tensión especial”.
En una conferencia en la Cámara de Comercio de Bilbao, el consejero vasco ha analizado la evolución económica en “tiempos de incertidumbre” y con un contexto “caracterizado por la concurrencia simultánea de múltiples perturbaciones adversas”, en el que “las persistentes presiones inflacionistas y el consiguiente endurecimiento del tono de las políticas monetarias han dado lugar, en los últimos meses, a signos claros de desaceleración en la actividad económica global”.
Azpiazu ha repasado las previsiones económicas del Gobierno Vasco “desde un óptica conservadora y prudente”, subrayando la importancia de estar “más atentos que nunca a los cambios en el entorno” para “actuar con prontitud” con las medidas necesarias en cada momento.
Entre los factores a los que ha aludido, se encuentran “los tambores de nueva crisis financiera” y ha admitido que el sector bancario “se enfrenta a un horizonte lleno de incertidumbres”, con “riesgos y oportunidades”.
De este modo, ha señalado que, si bien a corto plazo las subidas de tipos de interés se trasladan a los beneficios, se pueden “tornar en enemigos en el medio y largo plazo si vienen acompañadas de un deterioro de las condiciones macroeconómicas”.
Tras analizar los casos del Silicon Valley Bank (SVB) en Estados Unidos y del Credit Suisse en Europa, ha trasladado “un mensaje de tranquilidad” y ha recalcado que “los bancos de la zona del euro han demostrado en principio su capacidad de resistencia frente a perturbaciones macroeconómicas adversas y graves caracterizadas por una elevada incertidumbre en los últimos años, a diferencia de lo ocurrido durante la crisis financiera mundial de 2008”.
Según ha valorado, las reformas promulgadas tras esa crisis “están funcionando”. En todo caso, ha emplazado a que los elementos de las reformas que aún están pendientes, como la constitución del fondo europeo de garantía de depósitos, “deben aplicarse sin más demora”.
A su entender, otro elemento que se podría incorporar a la “caja de herramientas” para mejorar el funcionamiento del sistema financiero podría ser “el euro digital”.
Preguntado por la fuerte caída de cotización registrada por Deutsche Bank, una entidad que “venía teniendo problemas desde hace bastante tiempo”, ha afirmado que “puede haber ese tipo de turbulencias que se transmite rápidamente” en el mundo financiero porque “el pánico es rápidamente transmisible”.
En todo caso, ha insistido en que “el sistema financiero en Europa, y por supuesto en Euskadi, es bastante más sólido” y ha esperado que “estas transmisiones no van a continuar de manera que se genere una crisis ni una tensión especial”. De este modo, ha esperado que “esté focalizado en Deutsche Bank” y que se “normalice” la situación y que “las entidades financieras, los mercados nos den un poquito más de tranquilidad”.
ANTIBIÓTICOS
En relación a la política monetaria que va a aplicar el Banco Central Europeo en los próximos meses, Azpiazu ha reiterado que es “un error aplicar una política monetaria restrictiva para atajar un problema de inflación de oferta”.
“No debemos fijarnos sólo en los síntomas como la fiebre asociada a una infección (inflación), sino que debemos ver si la infección la ha causado una bacteria (inflación de demanda) o un virus (inflación de oferta). Al igual que con los antibióticos, un uso inadecuado de la política monetaria restrictiva puede generar más perjuicios que beneficios”, ha advertido.
El consejero ha incidido en que, además de “tensionar” el sistema financiero, la rápida elevación de los tipos de interés también afectará al consumo y a la inversión, especialmente a los sectores más vulnerables, y dificultará las estrategias de transformación verde y digital.
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