
PAMPLONA, 9 (EUROPA PRESS)
El arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, Florencio Roselló, ha advertido este domingo en Javier que “la historia del pueblo de Israel se repite desgraciadamente en nuestros días con leyes y actitudes que dificultan la vida de muchos emigrantes”.
En su homilía en la explanada del Castillo de Javier, que ha puesto fin a las primeras Javieradas de 2025, Roselló ha recordado que el mensaje de Cuaresma del Papa Francisco “nos interpela a revisar cómo estamos tratando a la gente que viene a nuestra tierra”. En este sentido, ha destacado que “San Francisco Javier también fue emigrante, tuvo que aprender una lengua, conocer una cultura y desde allí evangelizar”.
Florencio Roselló ha comenzado su homilía destacando la “magia” y el “encanto” de Javier: “estamos pisando tierra sagrada, tierra de santos y cuando venimos aquí queremos que también esta santidad, esta magia, llegue a nuestro corazón”. Ha destacado que San Francisco Javier “renunció a las comodidades que esta tierra le ofrecía” porque “estaba convencido que el amor de Dios debía llegar hasta el final de los límites, hasta la otra parte del mundo”.
“Llegó donde nadie había llegado, habló de Dios donde nunca nadie antes había hablado, luchó por la dignidad de las personas en un mundo de esclavos y vasallaje. Francisco Javier fue un innovador y rompedor de costumbres y normas que humillaban a personas, humanizó las leyes y puso rostro al evangelio, todo por la dignidad y libertad de las personas”, ha resaltado. San Francisco Javier, ha subrayado, “fue tentado por la riqueza, la comodidad, el poder, la fama” y, en cambio, “rechazó todo lo que el mundo le ofrecía por un camino de sacrificio y entrega”
De la misma manera, ha indicado que Javier soñó con una Iglesia “en salida”. “La Iglesia no puede quedarse encerrada entre cuatro paredes, ni puede centrarse solo en sí misma”, ha señalado Roselló, que ha reivindicado que “la misión de la Iglesia es salir, llevar la buena noticia de Cristo a todo el mundo. Especialmente a aquellos lugares más necesitados de la presencia de Dios”, “a los alejados, a los pobres, a los vulnerables”. “Hoy en día hay gente que quiere construir la sociedad sin contar con Dios. Y nosotros queremos construir nuestra vida contando con Dios, pisando calle, saliendo y testimoniando nuestra fe”, ha remarcado.
El arzobispo de Pamplona ha explicado que la Javierada de este año “nos habla de opciones”. Por un lado, “de renunciar a las tentaciones que el mundo nos ofrece, que son dinero, poder, prestigio, orgullo. Es decir, ser el centro de mi vida de una manera fácil y cómoda”.
Por otro lado, “nos llama a recordar cómo la historia del pueblo de Israel, desgraciadamente, se está repitiendo en nuestros días”. Y ha resaltado que “aquí, entre nosotros, hay inmigrantes que están rezando al mismo Dios, que creen en el mismo Dios, que rezan nuestras mismas oraciones” y que “sienten la misma pasión por San Francisco Javier”.
Finalmente, ha recordado que la Javierada de este año “quiere ser también una peregrinación de la esperanza”, coincidiendo con el ‘Jubileo de la Esperanza’. “Todos los que peregrinamos a Javier nos hemos convertido en peregrinos de esperanza. Nuestra experiencia de fe, oración y amistad tiene que ser compartida con la gente de mi entorno”, ha animado.
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