PAMPLONA, 27 (EUROPA PRESS)
Una exposición en el Refectorio de la Catedral de Pamplona presenta diez piezas de alta costura creadas por el modisto guipuzcoano Cristóbal Balenciaga entre 1922 y 1966.
Ha sido organizada por Artcouture en colaboración con el Museo Cristóbal Balenciaga de Guetaria, el Museo de la Catedral de Pamplona, el Ayuntamiento de Pamplona y el patrocino de Hotel Tres Reyes, óptica Julio Ezpeleta, Montiel Joyero, Grupo Torregrosa, Massada y la Iniciativa Jon de la Puente.
En el refectorio se podrán ver nueve trajes nupciales, colocados de manera individual, que muestran los diferentes estilos y técnicas de Balenciaga; por otro lado, en la cocina, una de las mejor conservadas de Europa, se disfrutará de una única pieza, de 1966. Se trata de un traje en gazar marfil calado y bordado, con escote a la caja y manga japonesa larga. Destaca por su cuerpo entallado y falda de bajo asimétrico.
A través de una estudiada museografía, Balenciaga Inolvidable propone “un diálogo entre el espacio, único y singular, de la Catedral, símbolo y estandarte del patrimonio artístico y cultural de la ciudad de Pamplona, y las obras, piezas de alta costura diseñadas y creadas como auténticas obras de arte”. Durante 15 días, los pamploneses y todas las personas que visiten la capital navarra podrán disfrutar de una exposición “estética, emocional, científica y de aprendizaje, sobre la obra de un modisto de alta costura que marcó un antes y un después en la moda”.
Cristobal Balenciaga fue un referente por su estilo “innovador, su alto nivel de exigencia y su rigor profesional”, lo que le concedió un prestigio internacional ampliamente reconocido. “Así, podremos disfrutar de prendas artesanales elaboradas a mano, lentamente, y de la riqueza de sus volúmenes trazados de manera singular o de sus costuras invisibles, sellos indiscutibles de la obra de Balenciaga”, indican desde la organización de la muestra.
Trajes con mucha historia
Cada uno de los 10 trajes que podrán disfrutarse en la exposición son originales, y más allá de reflejar los diferentes estilos y tendencias que creo el Maestro Balenciaga, tienen una historia detrás, y están vinculados a mujeres de la alta sociedad del siglo XX.
En la presentación de la exposición ha participado Paloma Loewenthal y sus hijas Marisol y Macarena Lozano-Loza, quienes han viajado expresamente desde Argentina para esta ocasión. Paloma Loewenthal lució uno de los trajes de la exposición durante su boda con Alberto Loewenthal. Posteriormente lo donó al Museo Cristóbal Balenciaga. Se trata de “un espectacular traje en raso marfil con abalorios en las mangas, cuello a la caja y manga francesa rematada con flecos de abalorios de cristal y seda”.
Otra de las piezas que podrá disfrutarse en el altar del refectorio es el traje de novia de Sonsoles Díez de Rivera y de Icaza, hija de la Marquesa de Llanzol, principal benefactora de Cristóbal Balenciaga y quien impulsó sus primeros pasos como modisto. Díez de Rivera ha querido que su vestido de novia, una de las piezas de su colección custodiada, actualmente, por el Museo de Guetaria, se muestre en esta exposición por la singularidad del espacio, la Catedral de Pamplona.
El traje, imagen oficial de la exposición, es un vestido de novia en shantung marfil con bordados de hilos de plata y lentejuelas nacaradas. Destaca, además, su escote barco, manga francesa y corte princesa con falda acampanada con cola de pavo real.
ARTCOTURE: ALTA COSTURA EN ESPACIOS SINGULARES
Balenciaga Inolvidable está comisariada por la pamplonesa Ana Fernández-Arbizu que, junto a Xabier González Salvatierra, María Tellechea Ruiz y Eneko De Miguel Bibiot del estudio Mimética, han creado Artcouture, un proyecto de exposiciones temporales de colecciones de alta costura ofrecidas en espacios singulares referentes del arte y la arquitectura, clásica y contemporánea. Para su primera exposición, Artcouture ha elegido el marco del Museo de la Catedral de Pamplona.
Más allá de la posibilidad de disfrutar en Pamplona de la obra del modisto, “dar a conocer al creador, su técnica y una pequeña parte de su obra es un fascinante reto”, ha afirmado Ana Fernández-Arbizu.
Cristóbal Balenciaga Eizaguirre nació en Guetaria, Guipúzcoa, en 1895. De madre costurera, desde joven tuvo contacto con el mundo de la moda y de la alta sociedad. En 1907 se mudó a San Sebastián para aprender el oficio de sastre, donde por contacto con el incipiente desarrollo turístico de la ciudad, recibió las influencias de la moda internacional.
Con tan solo 22 años, Balenciaga emprendió su primer negocio de moda en la capital guipuzcoana, y en 1937 se trasladó a París donde se consagró como uno de los diseñadores más influyentes de la historia. París le dotó no solo del acceso a los más importantes proveedores de tejidos y a los mayores especialistas en los oficios relacionados con la Alta Costura, sino que le puso en contacto con una clientela cosmopolita de gran relevancia social, económica y cultural y en el punto de mira de los medios de comunicación internacionales.
Gran parte de su obra y su legado puede disfrutarse en el Museo Balenciaga de Getaria, centro en el que además se trabaja para investigar y documentar la extensa vida y carrera del modisto guipuzcoano.
La exposición podrá visitarse desde este viernes hasta el 13 de octubre, de lunes a sábado de 10.30 a 19 horas y domingo de 11 a 19 horas.
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