PAMPLONA, 28 (EUROPA PRESS)
La vicepresidenta tercera y consejera de Vivienda, Juventud y Políticas Migratorias del Gobierno de Navarra, Begoña Alfaro, ha afirmado que el Ejecutivo impulsará un proceso participativo que, unido a la nueva ley foral de Juventud, “pueda dibujar” el nuevo modelo del Consejo de la Juventud de Navarra.
“Esperamos que dicho proceso participativo, unido a la nueva ley, pueda dibujar un modelo de Consejo de la Juventud que combine la necesidad de adaptarse e internalizar las nuevas maneras de participación con la necesaria función de lograr acuerdos y consensos entre la juventud que permitan ejercer una representación real del colectivo, así como una interlocución activa”, ha apuntado este martes Alfaro, en una comparecencia parlamentaria solicitada por UPN.
En concreto, “el modelo de Consejo de la Juventud de este Gobierno se configurará a través del proyecto de ley foral de Juventud que estamos ya estudiando y que pretendemos impulsar a través de un proceso de participación amplio tanto a nivel general, como específicamente, como no puede ser de otra manera, vinculando de manera estrecha a la población joven”.
Por ello, ha añadido Alfaro que “no tendría sentido especificar ahora un modelo detallado” para el Consejo de la Juventud, “cuando precisamente lo que queremos es escuchar la opinión del conjunto de agentes implicados para desarrollar un modelo participado y consensuado”. “Es decir, en esta futura ley foral de Juventud no será el Gobierno el que marque las pautas a la población joven sobre qué es lo que les interesa, sino que el camino será la inversa y a través de la participación escucha será la propia población joven la que diseñe los modelos de participación más adecuados”, ha incidido.
Alfaro ha señalado que la situación del actual Consejo de la Juventud “es complicada” y que “dicha realidad tiene causas vinculadas con la coyuntura actual, pero no debemos negar” que “también tiene causas estructurales”.
Según ha indicado, “las formas de participación de la juventud han cambiado”, y “si no encontramos una alternativa, no solo estaremos perdiendo la capacidad de interlocutar con la juventud, sino que estaremos poniendo en riesgo la legitimidad del modelo democrático”.
En cuanto a los principios rectores que, a su juicio, el Consejo debería tener, Alfaro ha reclamado que sea “un espacio de convivencia plural e igualitario en el que prime la cultura del acuerdo”. “Es imperativo que el Consejo de la Juventud sea un espacio en el que participe un amplio abanico de pluralidad y diversidad de la juventud a nivel ideológico, geográfico, de clase social, de nivel educativo, cultural, de edad, de género, de orientaciones sexuales, etc.”, ha subrayado, tras apostar por “integrar en esta participación a los jóvenes de origen migrante”.
En segundo lugar, ha considerado “necesaria” la “descentralización territorial y la participación local”, ya que “para promover la participación en igualdad de condiciones de toda la juventud navarra debemos ser capaces de descentralizar su actividad e incorporar en su membresía un fuerte componente de agentes locales”.
En tercer lugar, ha defendido la “adaptación a las nuevas formas de participación”, pues “mantener la capacidad de diálogo, la búsqueda de consensos y estructuras estables a la vez que se incluyen las nuevas formas de participación es un reto que deberemos abordar”.
Por otro lado, ha destacado la “estabilidad financiera, presupuestaria y de apoyo político institucional”, y la “capacidad real de interlocución, representación e incidencia política y social”. Por último, ha apostado por “la autonomía e independencia decisoria y de funcionamiento respecto a la administración” ya que “el Consejo de la Juventud es y debe ser un espacio propio de la juventud”.
Por su parte, el parlamentario de UPN Ángel Ansa ha afirmado que el Consejo de la Juventud de Navarra “está atravesando uno de los momentos más críticos de su historia, con una parálisis absoluta en este último año”. En cuanto a la estrategia que va a tener el Gobierno en esta materia, Ansa ha criticado que la pasada legislatura “hubo un absoluto oscurantismo” y ha pedido “claridad”.
En nombre del PSN, Kevin Lucero ha considerado “urgente” una reforma de la ley foral “que profundice en la configuración de un modelo de Consejo de la Juventud adaptado a la realidad actual, a la realidad de nuestra juventud y nuestras nuevas formas de participar política y socialmente, para lograr la plena emancipación de la juventud”.
Irati Jiménez, de EH Bildu, ha remarcado que “la situación actual del Consejo es absolutamente insostenible y a los problemas de liderazgo se le unen otros con la falta de liquidez y recorte de presupuestos, tal y como han reivindicado las personas trabajadoras”.
Por parte de Geroa Bai, la parlamentaria María Solana ha considerado que “ha habido una dirección teledirigida por partidos políticos, seguramente por personas que no eran jóvenes y que tenían otra trayectoria y otros intereses distintos, y creo que eso nos ha traído a donde estamos”. Ha añadido Solana que echa “en falta” un consejo “más plural, más paritario, más abierto, más participativo, y más pedagógico y una accesibilidad mayor a ese consejo”.
Maribel García Malo, del PPN, ha defendido un modelo “diverso” y “tan plural como la realidad de la que pretende ese reflejo”. “Eso va a ser complicado, porque al final ya vemos que la participación de los jóvenes ha cambiado mucho, quizá no estemos llegando a las formas que tienen de participar y, por lo tanto, no se estén consolidando bien estos cauces de participación. En cualquier caso, ese tiene que ser el objetivo y yo comparto que la vicepresidenta vaya por esa línea”, ha manifestado, tras defender que participen jóvenes “de todos los partidos políticos” y limitar los cargos institucionales.
En nombre de Contigo-Zurekin, Miguel Garrido ha compartido que “la situación del Consejo no está bien, eso es evidente”, y ha considerado que existen “causas coyunturales y causas estructurales”. “Yo creo que vamos a tener un proceso muy interesante, creo que es tarea de todos y todas pensar qué modelo es el que realmente creemos, abrir un diálogo sincero, real, plural, diverso, en el cual podamos articular una propuesta más o menos de consenso, al menos un marco de consenso para facilitar que luego la actividad que se pueda realizar sea estable en el tiempo”, ha dicho.
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