Tres agricultores y la presidenta han participado en un proceso de justicia restaurativa
PAMPLONA, 21 (EUROPA PRESS)
El proceso que se abrió por los insultos machistas que profirieron varios agricultores el 4 de marzo de 2024 en Olite contra la presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite, se ha dado por finalizado con una disculpa pública de los responsables.
Es el resultado de un proceso de justicia restaurativa en el cual han participado tres agricultores y la propia presidenta, tras unos hechos que se produjeron durante una asamblea de la Eurorregión y en el marco de un acto público.
Este martes, tras el proceso de justicia, las personas denunciadas han hecho público un comunicado en el que señalan que “los hechos ocurridos en Olite no representan los valores de respeto, igualdad y convivencia que aspiramos a construir como sociedad”. “Reconocemos que nuestra protesta, aunque legítima en su objetivo, derivó en formas inadecuadas que incluyeron insultos y expresiones ofensivas hacia la presidenta, dirigidos no solo a su figura institucional, sino también a su condición de mujer en una posición de poder”, afirman.
Según añaden en el comunicado, “a través de este proceso hemos tomado conciencia del impacto que nuestras palabras tuvieron, no solo en el ámbito personal e institucional, sino también en el contexto más amplio de la lucha por la igualdad de género”. “Creemos que nuestros insultos y descalificaciones contribuyen a reforzar desigualdades y a perpetuar actitudes irrespetuosas hacia las mujeres. Comprendemos que los insultos que proferimos no solo afectaron a la presidenta como persona, sino que perpetuaron actitudes machistas que dañan a todas las mujeres que enfrentan retos adicionales por ocupar roles de liderazgo en nuestra sociedad”, aseguran.
En ese sentido, explican que han pedido “disculpas sinceras a la presidenta del Gobierno de Navarra por nuestro comportamiento inadecuado” y a través del comunicado quieren “extender dichas disculpas públicamente”. “Nos comprometemos públicamente a promover un ambiente de respeto, igualdad y civismo, en el que el diálogo y la comunicación constructiva prevalezcan. Este compromiso incluye revisar nuestras propias actitudes y fomentar un entorno donde todas las personas, independientemente de su género, sean tratadas con dignidad y respeto”, añaden.
Los agricultores continúan afirmando que saben que “nuestras palabras no pueden deshacer el daño causado, pero esperamos que esta reflexión y nuestro compromiso ayuden a fomentar una cultura de igualdad, respeto y diálogo en nuestra sociedad”. “El proceso de justicia restaurativa en el que hemos participado ha sido un espacio de escucha, diálogo y entendimiento mutuo que nos ha permitido llegar a este acuerdo. Agradecemos a todas las partes involucradas por facilitar un camino hacia la reparación y el aprendizaje colectivo”, señalan.
- Te recomendamos -
