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La central de calor de la Txantrea reducirá en un 80% la emisión de gases a la atmósfera

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PAMPLONA, 5 (EUROPA PRESS)

La presidenta de Navarra, María Chivite, ha destacado este martes “el avance contra el cambio climático” que supone la nueva central de calor alimentada con biomasa forestal en el barrio pamplonés de la Txantrea, que va a permitir una reducción del 80% de emisiones de gases a la atmósfera.

Así lo ha manifestado durante la inauguración de la nueva instalación, impulsada por Nasuvinsa y explotada por el grupo ENGIE, a través de su filial navarra Districalor, que contará con una inversión total de 13,8 millones y que va a permitir ofrecer calefacción y agua caliente a 4.500 viviendas y varios edificios públicos.

La presidenta ha estado acompañada por la vicepresidenta del Ejecutivo foral Begoña Alfaro, los consejeros Mikel Irujo y José María Aierdi; el alcalde de Pamplona, Joseba Asiron; la alcaldesa de Burlada, Berta Arizkun, y el director gerente de Nasuvinsa, Javier Burón, así como por responsables de Nasuvinsa y representantes de la empresa Engie.

María Chivite ha explicado que el proyecto muestra “el fuerte compromiso contra el cambio climático y los objetivos de descarbonización de Navarra”. Además, ha señalado que “va a suponer un gran impulso para conseguir una mayor independencia energética a través de recursos locales”, lo que va a permitir “disminuir la exposición ciudadana a la volatilidad de los precios de la energía”.

La presidenta ha afirmado que esta central y su red de conexión con las comunidades vecinales es una “iniciativa pionera en Navarra y una de las primeras en España”. “Es un claro ejemplo de economía circular, tan necesaria para modificar procesos poco sostenibles, con la finalidad de salvaguardar nuestro planeta”, ha añadido.

COLEGIO, POLIDEPORTIVO Y UDC TXANTREA

Actualmente, la central de calor suministra calefacción y agua caliente a 2.000 viviendas en la Txantrea. Además, ya están ya conectados a la red de calor tres edificios dotacionales, dos de ellos públicos: el colegio público García Galdeano, el polideportivo Ezcaba y la Unión Deportiva Cultural Txantrea.

Asimismo, se está gestionando la posible incorporación de la comunidad de calor San José (500 viviendas), del Centro de Atención a la Discapacidad Valle de Roncal, del Centro de Salud Mental San Francisco Javier, del Colegio Público Bernat Etxepare y de la Escuela Infantil Izartegi.

La capacidad total de la central “alcanzará su pleno desarrollo” en una segunda fase, que se espera que esté operativa “como máximo” en 2028 y que permitirá atender la demanda de calefacción de 4.500 viviendas.

DEPÓSITO DE 1,8 MILLONES DE LITROS DE AGUA CALIENTE

Esta primera fase de construcción y puesta en servicio de la central y de la red de calor comunitaria ha supuesto una inversión 10,7 millones de euros, de los que 6,9 millones (65%) han sido aportados por la sociedad pública Nasuvinsa, que ha contado para ello con una subvención del 50% con cargo al programa FEDER Navarra.

Los 3,8 millones restantes han corrido a cargo de ENGIE, empresa que en su día resultó adjudicataria de la construcción, gestión y explotación de las instalaciones por un período de 36 años.

La central cuenta con tres fosos para recepción y almacenaje de hasta 1.000 metros cúbicos de astilla de madera, para alimentar la infraestructura de generación de calor con una potencia total instalada ahora de 24,5 MW, que se ampliará hasta los 39 MW en la segunda fase.

Cuenta también con una sala de bombeo y un depósito exterior en el que se almacenan 1,8 millones de litros (1.800 m3) de agua caliente. Asimismo, durante la primera fase se ha realizado el soterramiento de los tres primeros kilómetros de red de distribución formada por doble tubería preaislada por la que circula el agua caliente hasta las viviendas y edificios dotacionales.

El combustible principal que alimenta la caldera es biomasa de astilla de madera, procedente de superficies forestales que cuentan con certificado de explotación sostenible situadas en Navarra o cuya distancia entre origen y punto de consumo sea inferior a 150 Km por carretera.

En este sentido, la presidenta Chivite ha explicado que este sistema permite “generar calor con materia prima local, sostenible y de cercanía, lo que supone un impacto muy positivo en el entorno, desde el inicio, hasta el final del proceso, favoreciendo la mejora de los bosques, proporcionando ingresos importantes para nuestros pueblos y contribuyendo a la creación de empleo”.

El empleo de la biomasa permitirá evitar anualmente la emisión a la atmósfera de 4.000 toneladas de CO2, volumen que se verá duplicado con la entrada en servicio de una segunda caldera en una fase posterior.

EFIDISTRICT TXANTREA

La central de calor se impulsó en el marco del plan piloto Efidistrict Txantrea para la rehabilitación energética y regeneración urbana, que permitió intervenir hasta 2022 en más de 2.200 viviendas.

La regeneración urbana del barrio ha sido viable gracias al servicio de acompañamiento de Nasuvinsa a las comunidades de propietarios, financiado por el proyecto europeo Efidistrict (2014-2017), los convenios firmados con el Ayuntamiento de Pamplona desde 2018 hasta la actualidad y el proyecto ELENA-PRIMAVERA financiado por el Banco Europeo de Inversiones (BEI) desde 2021.


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