PAMPLONA, 16 (EUROPA PRESS)
La Asociación de Consumidores de Navarra Irache ha advertido sobre la política de “precios dinámicos” que “se está generalizando en muchas empresas y sectores en sus ventas por internet”. De esta manera, el precio a pagar por un producto o servicio “se convierte en un dato flexible que va cambiando continuamente en función de diversas circunstancias ajenas al consumidor, lo que le deja desprotegido”.
En una nota de prensa, Irache explica que los precios dinámicos “se ven ya en la industria musical y del entretenimiento, los viajes, el transporte, la energía, la hostelería y muchos otros productos”.
La asociación ha indicado que “en ocasiones parece que los cambios de precios los fijan algoritmos que calibran toda una serie de variables en tiempo real y van determinando el precio que creen más adecuado para cada momento concreto”. “También parece que se están implementado estrategias de precios personalizados, de tal manera que por un mismo producto o servicio a una persona le cobren más y a otra menos, por su género, sus gustos, el lugar donde vive…”, ha señalado.
“En cualquiera de los casos, no se facilita una información lo suficientemente transparente para que el consumidor pueda saber con qué criterios y datos concretos la empresa ha encarecido o rebajado el precio. De esta manera, el consumidor se encuentra totalmente desprotegido y no sabe si el precio que le ofrecen ahora por un producto va a ser el mismo que el que va a tener una hora después”, ha criticado.
Irache ha advertido que, “si bien los consumidores pueden aprovechar este contexto para conseguir mejores precios”, en general los precios dinámicos “son perjudiciales para los consumidores” porque impiden “comparar precios y elegir la opción más conveniente; generan inseguridad porque no permiten conocer con rigor por qué cambia el precio o prever cuándo puede subir el coste de un servicio; generalmente están conllevando subidas de precios; se puede estar haciendo un uso inadecuado de datos personales para fijar precios o incluso caer en prácticas discriminatorias”.
Por todo ello, Irache considera que hay que regular estas prácticas de manera que el precio que se ofrece al consumidor “no pueda cambiar, al menos, hasta que este no concluya el proceso de compra o salga de la página web”. Igualmente, propone que en ciertos servicios “se exija una estabilidad mínima de los precios, de tal manera que durante un intervalo temporal este no pueda cambiar”.
Además, plantea que, en el caso de que haya precios dinámicos, “se informe de su existencia al consumidor para que éste sepa cada cuánto tiempo puede variar el coste” y “se expliquen detenidamente los criterios que se utilizan para fijarlos y que se ofrezca al consumidor el acceso a estos datos”.
Finalmente, Irache pide que se implementen medidas de inspección para “garantizar que no se usan datos personales de los consumidores de forma irregular para fijar los precios y no se dan prácticas discriminatorias”.
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