PAMPLONA, 21 (EUROPA PRESS)
Según las observaciones y análisis de datos realizado por los técnicos del Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente y de GAN-NIK, desde finales del año pasado y durante la primavera y verano de 2024 se ha observado un “aumento importante” de las poblaciones de la polilla del boj en la zona comprendida entre Aoiz, Longuida, Urraúl Bajo y Lumbier, causando importantes defoliaciones en la mayoría de los bojedales presentes a lo largo de los 20 km que distan entre estas poblaciones.
A las defoliaciones causadas por las orugas, le sigue la eclosión de las mariposas que se espera para las próximas semanas. “Las nubes de polillas (adultos) serán más notorias en la zona afectada y colindantes, revoloteando por la noche y acercándose a las fuentes de luz artificiales, ya que es una especie muy buena voladora que puede desplazarse a mucha distancia”, señala en un comunicado el Gobierno de Navarra.
Este año se ha puesto en marcha un proyecto de colaboración ciudadana a través de un voluntariado ambiental para el seguimiento de esta especie. “Gracias a ello, se están obteniendo datos muy interesantes sobre la evolución de las poblaciones a través capturas en una red de trampas de feromonas complementaria a la que siguen los técnicos del Departamento. De esta manera, las curvas de vuelo son más precisas, se puede estudiar en detalle las poblaciones de adultos, informar a la sociedad con antelación sobre el previsible comportamiento de la especie o relacionarlo con variables climáticas y geográficas”, explica.
La polilla del boj es una especie exótica invasora que se alimenta de las hojas de boj provocando daños en estas plantas. Cuando el ataque es fuerte, puede causar la defoliación total e incluso la muerte de los arbustos afectados.
El boj es un arbusto muy presente en gran parte de los bosques de Navarra, muy resistente y con gran capacidad de rebrote, por lo que un daño en las hojas normalmente sólo compromete temporalmente la capacidad fotosintética del arbusto que puede rebrotar posteriormente. Pero, en ataques fuertes, cuando falta alimento para las orugas, éstas son capaces de mordisquear la corteza en ramillas e incluso el tronco, provocando daños más graves que debilitan la planta y secan parcial o totalmente la parte aérea del boj, que rebrota posteriormente de raíz.
Desde su llegada a Europa en 2007 procedente de Asia, esta especie exótica invasora se ha expandido rápidamente afectando a los bojes de gran parte del continente. A partir de 2015 alcanzó la Península Ibérica y se extendió por gran parte de los bosques navarros. Su ritmo de avance en Navarra está siendo muy asimétrico, afectando más a las zonas húmedas que a las secas. Hay periodos en los que presenta expansiones muy importantes en poco tiempo y posteriormente tiene pausas, descienden las poblaciones y los daños se reducen temporalmente. Estos patrones pueden tener relación con las condiciones meteorológicas de cada año (años “normales” frente a años secos y cálidos).
“MUY DIFICIL” DE COMBATIR
Según explica el Ejecutivo foral, una vez que una especie exótica con potencial invasor se establece en un territorio, “es muy difícil hacerla retroceder o desaparecer”. En el caso de la polilla del boj, es viable realizar “tratamientos puntuales” en espacios limitados, como jardines ornamentales o espacios públicos cerrados, mediante tratamientos biológicos de control con una bacteria (Bacillus thuringiensis) y que han tenido “gran éxito”. Sin embargo, este tipo de tratamientos no son viables a gran escala y en espacios naturales o bosques, porque “no son métodos selectivos y afectan a gran cantidad de especies de fauna causando un impacto ambiental no asumible”.
En el caso de los bojedales que sufrieron fuertes ataques en años anteriores, “la mayoría han mostrado signos de recuperación importantes, recuperando parte del follaje inicial”. Si bien, también se han observado algunos casos de bojedales muy dañados y sin capacidad de recuperación a la situación anterior al paso de la plaga.
“La ciencia coincide en indicar que es cuestión de tiempo que se produzca un equilibrio biológico natural entre la especie exótica Cydalima perspectalis y nuestra especie autóctona, el boj”, apunta. Mientras esto se produce, el Gobierno de Navarra ha promovido diferentes ensayos de control biológico, búsqueda de depredadores naturales y parasitación, ha realizado acciones que fomentan el aumento de aves insectívoras que pueden alimentarse de esta especie, colaborando en ello la empresa pública GAN-NIK y la UPNA.
Lo esperable es que los daños en bojedales aumenten temporalmente hasta que se produzca un desplome de las poblaciones de la polilla del boj y que causen “daños muy visuales, pero sin llegar a comprometer la supervivencia del boj en Navarra”.
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