PAMPLONA, 1 (EUROPA PRESS)
El Gobierno de Navarra, a través de la Dirección General de Administración Local y Despoblación, ha abonado 10,1 millones de euros a los ayuntamientos y concejos navarros para realizar inversiones.
Este reparto de fondos de enmarca dentro del Programa de Libre Determinación del Plan de Inversiones Locales (PIL) y se establece cada año en función de la población y la dispersión geográfica de cada una de las localidades.
De esta forma, la distribución de fondos entre los municipios y concejos navarros oscila entre los 1.800 euros, en el caso de varios concejos como Leazkue (Anue), Lizarragabengoa (Etxarri Aranatz), Imarcoain (Noáin) o Elía (Valle de Egüés), hasta un máximo de 180.471 euros que recibirá Pamplona; 105.746 euros de Tudela; 86.643 euros de Baztan; 79.548 euros de Berriozar; 79.502 euros de Ansoáin; 73.756 euros de Barañáin, Burlada, Estella-Lizarra, Tafalla y Zizur Mayor, hasta completar 10.116.360 euros, detalla en un comunicado el Ejecutivo foral.
Estas cuantías deberán destinarse a la realización de las inversiones que cada uno de los municipios y concejos decida “en función de las necesidades y prioridades que tengan, reforzando de esta manera su autonomía local y favoreciendo la cohesión territorial y las infraestructuras municipales”, destacan desde el Gobierno.
Con el objetivo de que las entidades locales puedan abordar inversiones de mayor cuantía, las aportaciones del Programa de Libre Determinación pueden acumularse sin necesidad de ser ejecutadas obligatoriamente el año en curso.
CRITERIOS DE REPARTO
La cuantía a percibir por cada municipio a cargo del Programa de Libre Determinación se distribuye según dos variables: la población y la dispersión geográfica, por lo que cada municipio percibe una cuantía fija en función del tramo de población en el que se encuadre.
Además, los municipios compuestos y los municipios simples con núcleos de población adscritos perciben una cuantía adicional basada en la dispersión geográfica de su población. De esta manera, el programa beneficia más a los municipios pequeños y compuestos que a los simples y de mayor tamaño.
En el caso de los municipios compuestos, los concejos son beneficiarios directos de las aportaciones que les correspondan. Para ello se detrae una parte de la cuantía total asignada a los municipios compuestos, salvo que los concejos hayan acordado con su municipio que sea éste el perceptor y beneficiario de las correspondientes cuantías.
Esta cuantía se establece multiplicando el 50% de la cuantía del correspondiente municipio por la proporción que representen los y las habitantes de los concejos sobre la población total del municipio. Así, el 50% de la cuantía correspondiente a los concejos se reparte a partes iguales entre el número total de concejos del municipio compuesto y el 50% restante se distribuye de forma proporcional a la población de cada uno.
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