PAMPLONA, 10 (EUROPA PRESS)
El departamento de Derechos Sociales del Gobierno de Navarra, a través de la Agencia Navarra de Autonomía y Desarrollo de las Personas (ANADP), ha publicado el anuncio de licitación para la gestión de una vivienda sita en el paseo Sarasate de Pamplona, que permitirá que ocho personas con discapacidad intelectual y grandes necesidades de apoyo residan en un entorno comunitario y desarrollen un proyecto de vida independiente.
Para esto, se ha dispuesto un presupuesto inicial de 436.674,62 euros y, del total de ocho plazas, seis tendrán carácter residencial permanente y dos serán para estancias temporales, según ha informado el Gobierno de Navarra.
La vivienda, de cesión municipal, servirá a personas con discapacidad intelectual y grandes necesidades de apoyo en situación de dependencia severa y gran dependencia como “alternativa a la vida en los centros residenciales, de forma que puedan vivir en un hogar, integrado en una comunidad de vecinos, de la forma más autónoma posible y haciendo uso de los recursos comunitarios al alcance de toda la ciudadanía”, según ha destacado la consejera de Derechos Sociales, Mª Carmen Maeztu.
El Gobierno foral ha explicado que la atención residencial es un servicio garantizado por la cartera de Servicios Sociales y que el Plan de Discapacidad de Navarra, aprobado para el periodo 2019-2025, establece como línea prioritaria la constitución de un nuevo modelo de recursos de vivienda y atención residencial.
En este sentido, esta vivienda permitirá hacer efectivo el modelo de atención integral y centrada en la persona, que parte del reconocimiento del valor y singularidad de las personas usuarias, que fija su mirada en las capacidades frente a las limitaciones y que apoya su autodeterminación y la toma de decisiones.
Las solicitudes se podrán presentar hasta el próximo 19 de diciembre y, una vez adjudicado, el concierto tendrá una duración inicial de un año, pudiéndose prorrogar anualmente hasta un máximo total de 9 años. Así, el presupuesto para la duración del concierto inicial es de 436.674,62 euros, el cual permitirá conformar un equipo constituido por personal cuidador, profesionales de psicología y de limpieza y cocina.
A pesar de estos apoyos, en la medida de sus posibilidades, las personas usuarias colaborarán en las tareas que implica la convivencia y desarrollarán distintas actividades. Concretamente, llevarán a cabo una actividad que atienda sus necesidades terapéuticas y de rehabilitación y, al mismo tiempo, se promoverá la realización de actividades de responsabilidad compartida y relacionadas con el día a día de la vivienda.
De esta manera, este piso tendrá características muy similares a la vivienda para personas con discapacidad intelectual y grandes necesidades de apoyo de Tudela, gestionado por el centro La Atalaya y que se encuentra en funcionamiento desde noviembre de 2021.
Para esta vivienda, que supuso un proyecto pionero en Navarra, Derechos Sociales destina una inversión anual en torno a los 285.000 euros, que permiten la gestación de cinco plazas residenciales permanentes y una temporal, para personas con edades comprendidas entre los 24 y 36 años.
“La desinstitucionalización de las personas es una meta que hemos marcado en el departamento de Derechos Sociales y, poco a poco, vamos avanzando hacia ella”, ha subrayado la consejera Maeztu, para quien “las personas tienen derecho a determinar cómo quieren vivir y ser cuidadas, y la creación de estos pisos es una alternativa que permite esta decisión”.
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