PAMPLONA, 20 (EUROPA PRESS)
Las obras de rehabilitación del palacio Marqués de Rozalejo, que albergará el Instituto Navarro de la Memoria, avanzan con una inversión de 9.275.039,36 millones de euros y está previsto que finalicen en 2024. El vicepresidente y consejero de Ordenación del Territorio, Vivienda, Paisaje y Proyectos Estratégicos del Gobierno de Navarra, José Mª Aierdi, ha destacado este lunes que la rehabilitación de edificio, en el casco antiguo de Pamplona, supone “situar la memoria en el centro de Pamplona”.
Según ha dicho, ello “implica un auténtico hito, impulsado ya en la pasada legislatura, cuando se apostó, en un compromiso inequívoco, por una de las políticas más invisibilizadas durante décadas”. “Se trata de una intervención urbanística estratégica para recuperar la ciudad consolidada, regenerar y revitalizar el casco urbano -ha añadido-, pero en este caso, la actuación está dotada de una especial significación simbólica porque este edificio está llamado a representar la memoria y las emociones de muchos navarros y navarras, al convertirse en un centro de patrimonio memorialista que, además, va a poder abrir sus puertas a la ciudadanía”.
El vicepresidente, la consejera de Economía y Hacienda, Elma Saiz, la consejera de Relaciones Ciudadanas, Ana Ollo, y la consejera de Cultura y Deporte, Rebeca Esnaola, han visitado las obras del recinto. Su reforma posibilitará la futura ubicación en el mismo de la Dirección General de Paz, Convivencia y Derechos Humanos del Gobierno de Navarra, de forma que, tal y como ha subrayado la consejera Ollo durante la visita, el espacio, que concentrará todas las políticas de memoria, “se convierta en un lugar referente en la construcción de una convivencia más justa, basada en la cultura del diálogo y la paz”.
La consejera Ollo ha recalcado que “la memoria, como eje vertebrador de nuestra sociedad, es, ante todo, una cuestión de futuro y una herramienta indispensable para promover valores de respeto, tolerancia y libertad”. En este sentido, se ha referido al Instituto Navarro de la Memoria, creado en 2018, “como un referente en las políticas del Estado en esta materia” y ha valorado como “un gran acierto” su futura ubicación.
Los trabajos, a cargo de la UTE Construcciones José Miguel Ibáñez, S.L. – Técnicas de Restauración y Construcciones S.A, TRYCSA, y cuya finalización está prevista para el año 2024, se están llevando a cabo con financiación procedente de los fondos europeos Next Generation (1.517.911 euros). En 2019, se adjudicó la redacción del proyecto al estudio de arquitectos Tabuenca & Leache por importe de 139.150 euros. En abril de 2022, el Gobierno de Navarra adoptó un acuerdo por el que se autorizó la adquisición de un compromiso de gasto plurianual de 9.414.179,36 euros para su adecuación.
Se trata de una intervención sobre un palacio barroco del siglo XVIII, que se encontraba gravemente deteriorado, que fue adquirido por el Gobierno de Navarra en 2005, que cuenta con un gran valor patrimonial, histórico y artístico, y que se adaptará a las nuevas necesidades siguiendo el Plan Municipal del Ayuntamiento de Pamplona. Está previsto que albergue la biblioteca y el Centro de Documentación del INM, para uso tanto por parte de personal investigador como del resto de la ciudadanía, así como salas para asociaciones memorialistas y aulas de formación.
Las obras están enmarcadas en el Programa de Impulso a la Rehabilitación de los Edificios Públicos de las Comunidades y Ciudades Autónomas (PIREP autonómico). Los convenios que dan soporte a este programa tienen por objeto financiar aquellas actuaciones con un carácter integrado, en el sentido definido por la Agenda Urbana Española, y que respondan a criterios de sostenibilidad, inclusión y calidad estética previstos por la Nueva Bauhaus Europea, ha informado el Gobierno foral.
El proyecto de rehabilitación del Palacio del Marqués de Rozalejo se identifica plenamente con los objetivos de construcción sostenible y eficiencia energética, tanto a nivel urbano, como en los criterios empleados para su rehabilitación, en cuanto a intervención mínima, elección de materiales, sistemas constructivos y diseño de instalaciones.
El criterio de mínima intervención en la conservación del patrimonio, recomendado por los organismos internacionales, tiene por objetivo el respeto de este patrimonio arquitectónico y el mantenimiento de sus valores y su autenticidad, es plenamente compatible y coincidente con el respeto máximo al medioambiente, es decir, con los criterios de sostenibilidad ambiental, ha añadido.
PARTICIPACIÓN DE PATRIMONIO HISTÓRICO
El palacio de Rozalejo se ubica dentro de la Zona Arqueológica B de Pamplona, por lo que la intervención “se ha regido estrictamente por la normativa del Casco Histórico de Pamplona en esta categoría, que exige la realización de sondeos arqueológicos previos y el seguimiento o excavación de las zonas afectadas”, como ha señalado la consejera Esnaola.
Las obras de rehabilitación, ejecutadas bajo el control del departamento de Economía y Hacienda, a través del Servicio de Patrimonio, van a modificar algunas rasantes de distintas estancias del palacio por un lado y se está excavando puntualmente en los espacios que van albergar el foso del ascensor, los refuerzos de cimentaciones de muros y la instalación de los servicios para los nuevos usos (acometidas de gas, luz, etc.).
Los trabajos efectuados hasta la fecha han permitido recuperar el pavimento de cantos rodados con decoración geométrica de cantos de río con las bandas de rodadura laterales para carruajes, fechables en el s. XVIII, que está previsto integrar en la entrada del edificio. También se han exhumado distintos niveles de pavimentos de los siglos XVIII-XIX. Se ha intervenido en la zona de la bodega del palacio, a fin de documentar los elementos que han pervivido de este uso tan olvidado en la Pamplona actual, estando pendiente de la elaboración de los datos arqueológicos e histórico-etnográficos para establecer su valor patrimonial.
Por su parte, el personal de restauración ha realizado estudios previos in situ durante el mes de abril de 2022, informando y proponiendo modificaciones del proyecto. Los estudios previos permitieron valorar adecuadamente el estado de conservación de los elementos que componen el edificio, y señalar la metodología de trabajo concreta para cada uno de ellos. Este trabajo previo ayudó a redactar el proyecto sobre seguro, con conocimiento de los tratamientos que va a ser necesario aplicar.
Desde el inicio de los trabajos en el mes de octubre, el personal técnico documenta el desarrollo de las obras, participa en las visitas de obra y orienta sobre las afecciones a elementos de interés histórico. Desde el inicio de las obras se realiza el seguimiento de los tratamientos de fachada, incluido el escudo, intervención en los revestimientos y acabados de paramentos tanto interiores como exteriores, pavimentos, herrajes, forjas y piezas de fundición, así como carpinterías exteriores, de la escalera principal e interiores con interés histórico.
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