PAMPLONA, 28 (EUROPA PRESS)
La Asociación de personas trasplantadas y enfermas, de hígado y de corazón de Navarra (Atehcna) ha puesto de manifiesto, con motivo del Día Mundial de la Hepatitis, la “preocupante progresión” de la enfermedad del hígado graso, que podría afectar a una de cada cuatro personas y que, “si no lo remediamos, va en camino de convertirse en la principal causa de cáncer hepático”.
El hígado graso o enfermedad hepática grasa no alcohólica consiste en la acumulación de grasa en este órgano, el encargado de filtrar la sangre, provocada en su mayor parte por hábitos de vida poco saludables y la obesidad. Una enfermedad en inicio silenciosa que si no se controla puede derivar en complicaciones como la inflamación del órgano o incluso cáncer, presentando un riesgo mayor en personas que lo combinan con obesidad y diabetes, ha indicado la asociación.
Su principal peligro es que no presenta síntomas hasta que ya está avanzada y que no cuenta con un medicamento efectivo, tendiendo que recurrir en última instancia y en los casos más avanzados al trasplante de hígado.
“Hace décadas la hepatitis C estaba detrás de la mayoría de casos de enfermedad hepática grave y el hígado graso era residual. Ahora han cambiado las tornas. La hepatitis C está en camino de desaparecer, gracias a los esfuerzos en el diagnóstico precoz y a los últimos tratamientos capaces de eliminar el virus del organismo, y el hígado graso sigue creciendo”, explica Juan Jesús Zabalza, secretario de Atehcna, enfermedad que podría afectar en mayor o menor medida a un 25% de la población según la AEEH (Asociación Española para el Estudio del Hígado), si bien la mayoría no lo sabe.
De hecho, a menudo suele ser diagnosticada en análisis rutinarios tras la presencia de otras afecciones como colesterol. Por ello, la asociación apuesta por medidas para potenciar una detección precoz y un mayor conocimiento social sobre sus riesgos, así como campañas para combatir los hábitos de vida y alimentación que están detrás de su aumento.
También recuerda que la mejor forma de prevenir el hígado graso es adoptar un estilo de vida y una alimentación saludables, además de realizar ejercicio físico. “Tanto a nivel particular como a nivel de Salud tenemos que tomarnos en serio el hígado graso, ya que mientras avanza aumenta el riesgo de complicaciones y por tanto de necesitar en un futuro un trasplante”, indica.
Asimismo, la asociación se une a la campaña de la Federación Nacional de Enfermos y Trasplantados Hepáticos (FNETH) y Apoyo Positivo para “dar un último empujón” y conseguir el fin de las hepatitis víricas para el 2030. La hepatitis es la infección que produce una inflamación en el hígado generando posibles daños. Las más frecuentes son las llamadas hepatitis virales, las hepatitis A, B, C y D, siendo la hepatitis C un “problema de salud pública durante mucho tiempo”.
En este sentido, Atehcna recuerda que, una década después de la aparición del tratamiento curativo de la hepatitis C, España y en más en concreto Navarra está en disposición de eliminar la infección por el virus para 2030. En concreto, la Comunidad foral ha tratado de la hepatitis C a más de 1.900 personas desde 2015, cuando se aprobó el Plan nacional para la hepatitis C y se incorporaron a la sanidad pública los medicamentos curativos, reduciendo las infecciones un 89%.
En la actualidad, según datos facilitados recientemente por el Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra (ISPLN), se calcula que en Navarra hay 168 personas con carga viral positiva, es decir, infectadas del virus de la hepatitis C, veinte de ellas detectadas el pasado año.
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