MURCIA, 27 (EUROPA PRESS)
Una recreación del desparecido Palacio de Codorniú dará la bienvenida a los visitantes en los Huertos del Malecón, uno de los principales enclaves de la Feria de Septiembre de Murcia, que se inicia el próximo 31 de agosto.
El alcalde de Murcia, José Ballesta, acompañado por el concejal de Cultura e Identidad, Diego Avilés, ha visitado el taller en el que se está construyendo este pórtico. Diez artesanos trabajan desde hace semanas para erigir una estructura que superará los siete metros de altura.
Será una réplica de la fachada principal del Palacio de Codorniú, en la que se pondrán ver 18 grandes ventanales y un arco. Una instalación que se mantendrá en los próximos años e irá completándose, de manera que cada vez tenga nuevos módulos que le irán dando aún más monumentalidad.
“Será el recibimiento, la mezcla de historia y tradición con modernidad y vanguardia que representa esta portada. Queremos sorprender a los murcianos y que se sientan orgullosos, que recuerden lo que fue Murcia y, a la misma vez, proyecten el futuro”, ha destacado el alcalde de Murcia.
Con esta iniciativa, el Ayuntamiento de Murcia ha querido rendir homenaje a la identidad de la ciudad, abriendo una ventana en la historia para que todos los murcianos conozcan una parte de una Murcia hoy desaparecida.
El hecho de que la portada, que se instalará en los próximos días en la entrada principal del Malecón, sea una recreación de una fachada histórica, da continuidad a la estética de los Huertos, que están inspirados en edificios y casonas de la huerta. Para conseguir esa consonancia, el Consistorio ha decidido apostar por recordar un edificio histórico que, además, estaba ubicado en el mismo lugar que se levantará esta portada para las fiestas.
PALACIO DE CODORNIU, DE CONVENTO A CASONA
La repoblación cristiana tras la Reconquista trajo hasta Murcia diferentes órdenes religiosas, entre ellas los franciscano,s que erigieron un convento, con un extenso huerto, en lo que hoy conocemos como Plano de San Francisco. Tras la desamortización de Mendizabal, la familia Stárico adquirió dos terceras partes del convento, en las que 50 años después construyeron una casona familiar.
La edificación, ecléctica de inspiración neoclásica, respetó la estructura del convento y la distribución de sus claustros. Fue hogar de Ricardo Codorniu y Stárico, el ingeniero de montes que se encargó de reforestar Sierra Espuña y de la plantación del ficus de Santo Domingo. En 1974 se demolió por completo para crear el acceso al jardín del Malecón.
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