Más del 80% de las enfermeras y enfermeros de la Región ha sufrido alguna agresión, ya sea física o verbal, a lo largo de su vida laboral
MURCIA, 23 (EUROPA PRESS)
El Sindicato de Enfermería SATSE Murcia propone al Servicio Murciano de Salud (SMS) una serie de medidas, “firmes y eficientes”, ante el aumento de las agresiones a profesionales sanitarios, cada vez más frecuentes, “constituyendo un problema que afecta a nuestro sistema sanitario”.
SATSE solicita que se haga un catálogo de centros con especial siniestralidad, para poder poner medidas dirigidas a la prevención de agresiones según el riesgo. También la implicación por parte de la Administración de cartelería, folletos y señalización de zonas y horarios, así como medidas divulgativas sobre la labor de profesiones y campañas dirigidas a la recuperación social del respeto a los profesionales sanitarios.
“Queremos puestos de trabajo seguros para los trabajadores y eso es responsabilidad de las Administraciones”, advierte el Sindicato.
TOLERANCIA CERO
El Sindicato defiende la tolerancia cero ante la violencia a los profesionales de la salud. “No debe quedar ninguna agresión sin ser denunciada, pues el Código Penal nos reconoce como autoridad profesional y cualquier agresión en nuestro puesto de trabajo se contempla como un atentado a la autoridad”.
SATSE pide mayor seguridad; asimismo, que la justicia actúe “de forma rápida y contundente penalizando de forma ejemplar este tipo de agresiones”, y que proteja al personal agredido de sus agresores. “No es de recibo que los profesionales agredidos tengan que marcharse de su centro de salud, agudizando más las consecuencias de una agresión”, critica el Sindicato de Enfermería.
OCHO DE CADA DIEZ AGRESIONES
SATSE recuerda que, según una macroencuesta realizada este año por el Sindicato de Enfermería, el 83,47 por ciento de las enfermeras y enfermeros de la Región consultados ha sufrido alguna agresión, ya sea física (empujones, retenciones involuntarias, puñetazos) o verbal (amenazas, vejaciones, insultos) a lo largo de su vida laboral por parte de pacientes y/o familiares.
Seis de cada diez enfermeras que han resultado agredidos durante su labor asistencial y de cuidados no han recibido ningún tipo de apoyo por parte de la administración pública o empresa privada sanitaria para la que desarrollan su trabajo y una mayoría, el 96,72 por ciento, no ha contado con ayuda psicológica especializada.
La encuesta fue realizada el pasado mes de mayo por el Sindicato a un total de 7.359 enfermeras y enfermeros de todas las comunidades autónomas, además de Ceuta y Melilla, para hacer una “radiografía” actualizada sobre el grave problema de la violencia en el ámbito sanitario que se sufre en el conjunto del Estado, y que SATSE recuerda con motivo de la última agresión a un sanitario en el municipio de Fortuna.
Asimismo, el 74% afirma no tener la información y formación necesaria para afrontar una agresión en su desempeño laboral y el 57 por ciento considera que su centro de trabajo no dispone de los medios y medidas necesarias para evitar los episodios de violencia hacia los profesionales.
La encuesta concluye que cerca del 60% de los profesionales agredidos no denuncia lo sucedido, y lo argumenta poniendo de manifiesto que lo ha justificado por las condiciones del paciente o el nerviosismo que les ha generado su situación.
“Cualquier agresión a un profesional sanitario debería conllevar una respuesta conjunta, coordinada y eficaz de todas las administraciones públicas y empresas sanitarias privadas, pero la grave realidad es que no se tomen las medidas para acabar con una grave lacra en aumento y que afecta especialmente al personal sanitario, por su cercanía y contacto con los pacientes y sus familiares”, concluye SATSE.
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