MURCIA, 16 (EUROPA PRESS)
La Comisión Organizadora de las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU) ha acordado la publicación de las estructuras, criterios generales y modelos de examen que se aplicarán en la PAU 2025, que se celebrará los días 3, 4 y 5 de junio y, en su fase extraordinaria, un mes más tarde, los días 1, 2 y 3 de julio.
La documentación, así como las actas de las reuniones de profesorado en las que se han acordado, estarán disponibles en abierto a lo largo de este miércoles por la tarde en la web del Portal de Estudios de la Universidad de Murcia (UMU), conforme se vayan subiendo a la plataforma los más de 130 archivos repartidos entre las 32 materias.
Los documentos, que permitirán a los equipos docentes de Bachillerato preparar al alumnado, son “fruto del trabajo de la coordinación de las pruebas por parte de la UMU y de la UPCT con el profesorado de las materias de toda la Región”, según informaron fuentes de la UMU en un comunicado.
Estos modelos de examen se han elaborado “respetando la legislación en lo que se refiere a los currículos de las materias, el marco normativo impuesto por el nuevo Real Decreto que regula las pruebas y los acuerdos de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE)”.
Las fechas acordadas coinciden con las aprobadas en la mayor parte de distritos del país, con la excepción de un par de comunidades en las que las fiestas locales dificultan esa homogeneidad.
LAS FALTAS DESCONTARÁN HASTA UN 10%
Se aplican, igualmente, medidas unitarias como el tratamiento de faltas de ortografía, que descontarán hasta un 10%; así como otras cuestiones formales susceptibles de penalización. Además, se homogeneiza la posibilidad de examinarse de cualquier idioma extranjero cursado en la Fase General.
La estructura de los exámenes, siguiendo lo marcado por la legislación nacional, mantiene el modelo de examen único, pero sin la elevada opcionalidad implantada con motivo de la pandemia de 2020, una circunstancia “afortunadamente alejada de la realidad del alumnado de 2025 y que, por tanto, debe dar paso a la plena normalidad en las pruebas, a criterio de la coordinación”.
MENOR OPCIONALIDAD EN LAS PREGUNTAS
La vuelta a la normalidad en los exámenes se traduce en una menor opcionalidad en las preguntas, con el fin de que las mejores calificaciones sean resultado de un dominio más amplio de los temarios de las materias; en la aparición de algunas preguntas obligatorias y de otras agrupadas en bloques temáticos; y en la introducción paulatina de cuestiones competenciales.
Con respecto a la evaluación por competencias, los cambios en este primer año serán “mínimos”, de manera que “se evite un estrés innecesario en la comunidad docente y se favorezca el mejor rendimiento del alumnado”, han puntualizado desde la UMU.
Estos ejercicios competenciales varían en función de las características de cada una de las 32 materias y la previsión es que, año tras año, se vaya aumentando de manera progresiva el peso de este tipo de ejercicios.
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