La psicóloga Laura Caballero Escámez proporciona recomendaciones para escoger los regalos y para evitar el “estrés” de estas fechas
MURCIA, 5 (EUROPA PRESS)
La miembro del Grupo de Trabajo del Ejercicio Privado de Colegio Oficial de Psicología de la Región de Murcia (COP-RM), Laura Caballero Escámez, ha advertido sobre el fenómeno de los niños ‘hiperregalados’, que cada vez se registra a edades “más tempranas” y que “puede influir negativamente, para empezar, en cómo toleran la frustración”.
En declaraciones a Europa Press, Caballero ha aclarado que los psicólogos emplean este término de niños ‘hiperregalados’ para referirse a “todas las implicaciones a nivel psicológico que tiene que los más pequeños de la casa reciban una gran cantidad de regalos en Navidad”.
“Que los niños están ‘hiperregalados’ es más que evidente y cada vez a edades más tempranas”, tal y como ha señalado esta psicóloga, que ha advertido que “la mayoría de niños reciben más regalos de los que pueden realmente atender y esto puede influir negativamente, para empezar, en cómo toleran la frustración”.
Y es que, por ejemplo, Caballero ha señalado que “un niño tiene que aprender que no siempre puede tener todo lo que desea”. “Además, si atendemos todas sus peticiones, no aprenderá a valorar aquello que tiene, ni el esfuerzo necesario por conseguir las cosas”, ha apostillado.
“No es fácil dar una recomendación genérica porque cada familia tiene sus particularidades, pero podemos tener en cuenta algunas pautas para limitar la lista extensa de peticiones”, tal y como ha precisado Caballero.
En primer lugar, ha aconsejado escribir la carta a los Reyes Magos con los niños para explorar cuáles son sus peticiones, poder guiarles y ajustarlas al presupuesto. “Cuando la familia es extensa, podemos animar a los niños a que pidan en su carta regalos a través de varios familiares para que sean conjuntos”, ha señalado.
LA REGLA DE LOS CUATRO REGALOS
Por otro lado, Caballero ha reconocido que está muy extendida la regla de los cuatro regalos, que se puede “adaptar” a cada caso y el número total de regalos puede rondar esa cifra.
En primer lugar, esta lista estaría integrada por algo que el niño desee y que sea adecuado a su edad. “Puede ser de la lista de regalos de la carta y podemos elegir aquello que más se adapte a las circunstancias y al presupuesto”, ha puntualizado.
En segundo lugar, esta lista estaría integrada por un regalo que el niño pueda llevar, como ropa, calzado o complementos; y en tercer lugar por un regalo para leer o educativo, como in libro, un juego de habilidades o una experiencia educativa como la visita a un museo.
Finalmente, en cuarto lugar, la lista estaría integrada por un regalo que el niño necesite, como una mochila nueva, un edredón, un estuche con colores, material deportivo o para una actividad extraescolar.
“También es importante mostrarles a los niños el valor de la solidaridad en estas fechas haciendo donaciones de juguetes que ya no usen, para que entiendan que no todos los niños pueden tener lo que piden”, ha subrayado.
UNA TAREA “ESTRESANTE”
Por otro lado, Caballero ha admitido que la compra de regalos “suele ser una tarea estresante” y que “podemos, además, encontrarnos con un sentimiento de frustración por no poder comprar todo lo que nos gustaría”.
“Parece que vencer al consumismo desmedido estos días es imposible, ya que las calles, la televisión y los comercios están llenos de estímulos que nos incitan a comprar”, según esta psicóloga. Sin embargo, ha advertido que hay algunas recomendaciones que se pueden seguir para facilitar esta tarea.
En primer lugar, Caballero ha señalado que “es necesario hacer una lista de todas las personas a las que hemos de regalar y podemos añadir en esta lista los gustos de esas personas”. Una “buena alternativa”, a su juicio, puede ser “regalar experiencias” como, por ejemplo, la entrada de un concierto, al teatro o a una exposición.
“Y, sin duda, las ‘tarjetas regalo’ son una buena solución a los casos más difíciles”, según Caballero, quien ha señalado que ‘Googlear’ en las semanas previas para “inspirarnos” y tener ideas es también “muy útil”.
Para “evitar sorpresas”, ha avisado que “es importante elaborar un presupuesto con el límite que podemos permitirnos con cada compra y debemos centrarnos en adquirir los regalos que hemos planeado”.
A este respecto, ha advertido que “pasear por los centros comerciales para ver qué se nos ocurre es el mejor caldo de cultivo para las compras compulsivas”, mientras que la búsqueda en internet “nos permite comparar precios y saber dónde lo podemos encontrar, por lo que nos ayuda a planificar mucho mejor las compras”. “Realizar estas tareas semanas antes, es una buena estrategia para manejar el estrés”, ha afirmado.
APRENDER A DECIR “NO”
Al ser preguntada por otras situaciones estresantes que se unen a la de comprar los regalos como, por ejemplo, preparar las cenas de navidad o acudir a eventos, Caballero ha señalado que una de las habilidades que más trabajan los profesionales de la psicología es la de aprender a decir “no”.
“Entre regalos, comidas, cenas, visitas y compromisos, sería interesante que en algún momento nos prioricemos a nosotros mismos”, según Caballero, quien ha considerado que “tenemos derecho a elegir cómo vivimos estas fechas”. “La vida es un continuo y no nos lo jugamos todo a la carta de una cena, de una comida, de un encuentro”, ha apostillado.
Y es que, tal y como remarca esta psicóloga, “el mundo sigue girando”. Por otro lado, ha advertido que “por muy organizados que seamos, muchas veces en la vida las cosas no suceden como las planeamos, por ello, una buena estrategia es considerar un margen de error o incluso otros planes alternativos”.
De hecho, ha indicado que esto es “más adaptativo” que “sobrepensar”. Así, ha señalado que es “mejor ocuparnos de lo que sí podemos hacer, que darle vueltas a lo que no ha sucedido”.
“Hay una técnica que suele funcionar muy bien para el perfeccionismo”, según Caballero, quien ha explicado que se trata de introducir “una pequeña dosis de caos” dentro de nuestra rigidez, a propósito: “no cocinar una de las cosas de la lista del menú, dejar uno de los recados sin hacer, no comprar la ropa interior roja para la familia en Nochevieja, ¿o eso es demasiado?”.
“Este tipo de tareas nos ayuda a aceptar que no se puede llegar a todo y que no pasa nada, al día siguiente sale el sol”, según esta psicóloga, quien ha recordado que “el día 1 de enero es el primero del calendario del año siguiente, pero no hay ningún abismo entre un día y otro”.
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