MURCIA, 2 (EUROPA PRESS)
La Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) abrirá la Batería Estratégica de Sondeos (BES) el próximo 1 de marzo si la cuenca es declarada en situación de sequía extraordinaria, como el organismo de cuenca prevé ante la ausencia de lluvias.
Así lo ha comunicado este viernes el presidente de la CHS, Mario Urrea, antes de participar en la reunión de la Junta de Gobierno de este órgano, convocada para designar a los miembros de la Comisión Permanente de la Sequía.
Los participantes en el encuentro han analizado un informe elaborado por la Oficina Técnica de la Sequía que pone de relieve que no se han registrado precipitaciones en los últimos meses, lo que ha conllevado una caída “muy significativa” de los volúmenes embalsados.
Urrea ha explicado que la Comisión Permanente de la Sequía se reunirá a mediados de febrero para proceder a su constitución, a un análisis de situación y, en su caso, a la adopción de medidas extraordinarias a partir del tercer mes del año, en caso de que no se produzcan lluvias, como así se pronostica.
Esas medidas, según ha avanzado el presidente de la CHS, irán encaminadas a establecer más restricciones para los usuarios de las vegas de la cuenca del Segura, así como a incrementar los recursos mediante la puesta en funcionamiento de la infraestructura de la BES, que son los pozos de sequía.
Urrea ha recordado que, ante esta situación, el Real Decreto Ley 8/2023 contempla ayudas al sector agrario con la excepción de tarifas y cánones, lo que permitirá gestionar “aceptablemente” la situación hidrológica, según ha precisado.
El informe elaborado por la Oficina Técnica de la Sequía revela que continúa la situación de emergencia en los recursos asociados a la cuenca del Segura y la situación de prealerta en los recursos procedentes de la cabecera del Tajo.
Respecto a esto último, el presidente de la CHS ha explicado que la cabecera del Tajo se ha producido una recuperación como motivo de las borrascas de las últimas semanas y a 1 de febrero, según indicaciones de la Confederación del Tajo, se ha pasado del escenario 3 a uno “mejor”, el 2.
De continuar esta situación, en la reunión de la Comisión a mediados de este mes, “se produciría la autorización de una transferencia de 27 hectómetros cúbicos” desde la cabecera del Tajo a la cuenca del Segura.
Respecto a los pozos de sequía, Urrea ha manifestado que la CHS cuenta con la declaración de impacto ambiental favorable de los pozos en el Sinclinal de Calasparra, que se podrán poner en funcionamiento “de manera inmediata”, una vez se produzca la declaración de sequía extraordinaria.
Además, la CHS ultima la tramitación de otros pozos en las vegas media y baja. Así, se ha requerido a determinados ayuntamientos y a las comunidades autónomas de Murcia y Valencia que emitan unos informes complementarios y, en el momento que lleguen, “estarían también en condición de emitir la declaración de impacto ambiental favorable”.
No obstante, Urrea ha aseverado que para esta primera fase con los pozos del Sinclinal de Calasparra “sería suficiente”.
Además, ha hecho referencia a los pozos localizados en Castilla-La Mancha, en la provincia de Albacete, con destino exclusivo para el abastecimiento en el caso de que la Mancomunidad de los Canales del Taibilla (MCT) los necesitase.
“El abastecimiento urbano no se encuentra en situación de riesgo desde el punto de vista de las restricciones y, por lo tanto, entendemos que esos pozos no serán necesarios, pero desde un punto de vista de precaución nuestra obligación es tramitarlos por si lo fueran”, ha comentado.
Cabe recordar que, en la actualidad, los usuarios soportan restricciones al regadío tradicional y no tradicional de las aguas reguladas de la cuenca en torno al 25% en valor medio.
SITUACIÓN DE LOS EMBALSES
Respecto a los embalses, ha señalado que se encuentran en el entorno del 17 o 18%, esto es, “muy bajos”, con unos 170 hectómetros cúbicos menos que el año pasado.
“Hay dos sistemas, el trasvase y la cuenca. La cuenca supera ligeramente los 80 hectómetros cúbicos, es decir, es una cantidad muy pequeña y ese es el motivo por el que probablemente, si esto no cambia y no parece que vaya a cambiar, tendremos que incrementar las restricciones para esos usuarios de regadío”, ha señalado.
Según Urrea, para no llegar a esta situación tendría que llover “muchísimo”, alrededor de un mes y medio. Por el momento, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé “ligeras lluvias para la segunda quincena de febrero, pero no para estar mes y medio lloviendo”.
En este sentido, ha comparado la situación de sequía actual con la sufrida en los años 90; de 2005 a 2009 y de 2015 a 2018. “En cada década tenemos 3 o 4 años de sequía y ahora evidentemente se vuelve a repetir el fenómeno”, ha dicho, para precisar a continuación que la diferencia es radica en que ahora “estamos mejor preparados”.
“Cada vez tenemos más recursos, fundamentalmente desalación disponible y, por lo tanto, podemos superar esas situaciones, desde el punto de vista de paliar los impactos de la sequía”, ha apostillado.
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