“Las leyes se pueden aplicar, pero para ello hay que conocer los casos”
LOGROÑO, 02 (EUROPA PRESS)
La psicóloga Agustina Vinagre ha alertado de la “enorme cifra negra” que existe tanto de violencia machista como violencia a menores porque “todavía queda la idea de que los hijos son de sus padres” y de que “en casa ajena no hay que meterse”.
Vinagre, profesora del Doble Grado en Derecho y Criminología, e Investigadora en Violencia de Género, de la Universidad de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) ha creído que “debemos implicarnos más socialmente, tanto con los menores como con las mujeres”.
En una entrevista a Europa Press ha señalado cómo “lo importante es saber que legalmente están protegidos; pero el peso lo tenemos más la sociedad”, dado que “las leyes se pueden aplicar, pero para ello hay que conocer los casos”.
Así, “las leyes están ahí, pero para que se puedan aplicar se deben conocer los datos” y “todavía sigue la idea de que las cosas que pasan con los hijos son de cada uno”.
Ha explicado cómo, desde las últimas actuaciones de la Ley Integral contra la Violencia de Género, los menores se reconocen como víctimas directas de la violencia machista.
Lo son no sólo cuando son agredidos sino, incluso, por el hecho de que sean testigos de la violencia a sus madres y por cómo les está afectando negativamente tanto a su salud mental como a su desarrollo.
Ha insistido en que “de oficio siempre se va a actuar cuando hay conocimiento de que un menor está siendo víctima”. “Yo, como psicóloga, en cualquier momento en que tenga conocimiento de que un menor está sufriendo violencia voy a actuar”, ha relatado.
VIOLENCIA DE GÉNERO Y VIOLENCIA DOMÉSTICA
“Queda mucho por hacer, pero lo que queda por hacer tiene que ver más con la sociedad”, ha dicho al tiempo que ha explicado cómo existen, por un lado, la violencia de género, o machista, y, por otro, la violencia doméstica.
“No son sinónimos, la violencia domestica se produce entre personas que conviven y la violencia de género es la violencia contra la mujer, machista”, ha indicado.
En todos los casos, tanto de violencia machista como de violencia doméstica, “hay un enorme silencio social porque son violencias que se han considerado siempre dentro de la intimidad del hogar”, ha añadido.
“Es verdad”, ha señalado, “que cuando son menores parece que hay una mayor concienciación y disposición a actuar, pero aún así todavía queda la idea de que los hijos son de sus padres y de que en casa ajena no hay que meterse”.
Ha visto necesario actuar cuando se tiene conocimiento, tanto de violencia de género como de algún otro tipo de violencia, y, en este sentido, ha recordado el caso, en Madrid, de un médico acusado de maltratar a sus ocho hijos.
Quien más lo conoce, ha apuntado, “son las personas que viven cerca”, que escuchan “si hay gritos en una casa”. “Eso se ve, lo que pasa es que miramos para otro lado porque no sabemos qué hacer o porque no nos queremos implicar”, ha dicho.
Ha afirmado que “si tenemos conocimiento de que no se está tratando bien a menores, o a mujeres, en un domicilio, deberíamos ponerlo en conocimiento o bien de servicios sociales o bien de los cuerpos de seguridad para que ellos pongan en marcha los mecanismos adecuados, por lo menos de vigilancia”.
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