LOGROÑO, 13 (EUROPA PRESS)
Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y la Agencia Tributaria han desarrollado de forma conjunta la operación ‘Lirio-Montufar-Birra’, una investigación dirigida a desarticular una organización criminal asentada en la región y dedicada al tráfico de cocaína.
El 10 de julio, más de 50 agentes pertenecientes a diferentes unidades especializadas de los tres cuerpos llevaron a cabo 13 entradas y registros simultáneos en Logroño, Villamediana de Iregua y Lardero. Esta operación ha culminado con la detención de 21 personas, entre las que se encuentran los tres líderes clave de este entramado criminal.
Esta investigación ha impedido la salida inminente al mercado ilegal de 12.200 dosis de cocaína, valoradas en más de 273.000 euros. Los implicados en estos hechos son 18 varones y 3 mujeres, con edades comprendidas entre los 27 y 65 años, naturales de España, Colombia y Ecuador, a quienes se les considera presuntos autores de delitos contra la salud pública, tráfico de drogas y pertenencia a organización criminal.
Durante los registros se intervinieron más de 1.127 gramos de cocaína de alta pureza, precursores para la adulteración de la sustancia, dos mezcladores de droga, más de 15.000 euros en efectivo, 24 teléfonos móviles, dos turismos, una motocicleta, dos armas simuladas, 79 cartuchos de 9 milímetros Parabellum, defensas de uso policial, un táser, grilletes y documentación relevante para su estudio.
La investigación ha resultado especialmente compleja debido a la amplia infraestructura con la cual contaba la organización criminal, el alto número de sus integrantes y las extremas medidas de seguridad que empleaban para dificultar las labores de investigación y no ser detectados. Gran cantidad de inmuebles La organización criminal desmantelada utilizaba numerosos inmuebles repartidos por los municipios de Logroño, Lardero y Villamediana de Iregua.
Estos inmuebles, que incluían domicilios particulares, garajes y trasteros, eran empleados para llevar a cabo actividades ilícitas de almacenamiento, manipulación, adulteración y distribución de cocaína, bajo extremas medidas de seguridad. Además, contaban con una red de clientes fija que incluía pequeños traficantes de sustancias y consumidores finales.
DISTRIBUCIÓN DE ROLES
Este entramado criminal contaba con una estructura perfectamente organizada y jerarquizada dedicados a la introducción, almacenamiento y distribución de sustancias estupefacientes. En la cúspide se encontraban tres de sus integrantes, con el potencial económico necesario para realizar importaciones periódicas de cocaína, coordinar y planificar su entrada en España, gestionar su almacenamiento y posterior distribución por toda la comunidad de La Rioja.
En un segundo nivel se encontraban los distribuidores intermedios, encargados de recibir la droga, adulterarla y dosificarla para suministrarla tanto a otros vendedores de menor nivel como directamente a sus clientes habituales. En un tercer escalón estaban los cómplices y colaboradores de la organización, quienes realizaban labores secundarias como vigilancias, contravigilancias y el uso de vehículos lanzaderas, necesarias para el desarrollo de la actividad ilícita, beneficiándose igualmente de los ingresos obtenidos del tráfico de drogas.
OPERACIÓN CONJUNTA
La operación ‘Lirio-Montufar-Birra’ ha unido fuerzas y recursos materiales, consiguiendo descabezar la organización criminal; detener a sus integrantes y colaboradores; neutralizar una importante vía de introducción y distribución de cocaína en La Rioja; al mismo tiempo que impidiendo que 12.200 dosis de cocaína, valoradas en 273.588 euros, salieran a la calle.
La investigación comenzó en noviembre de 2023, como resultado del intercambio de información entre las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y la Agencia Tributaria llevando a la creación de una operación conjunta coordinada por el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO). Con la información recopilada durante meses de investigación, los efectivos lograron detallar toda la infraestructura de la organización, compuesta por ciudadanos de diversas nacionalidades. Identificaron su entramado criminal, los roles de cada uno de sus miembros, su peligrosidad y sus bases de operaciones.
Debido a las rigurosas medidas de seguridad adoptadas por la organización criminal, los agentes debieron extremar las precauciones en el control y seguimiento, enfrentando el uso de una red de pisos, trasteros y garajes que complicaban la localización precisa de los puntos de almacenamiento y corte de la droga. Una vez se reunieron pruebas e indicios suficientes para corroborar la relación de los investigados con el tráfico de drogas continuado, se solicitaron las correspondientes autorizaciones judiciales para llevar a cabo los registros en viviendas, garajes y trasteros, con la intervención de unidades especiales de las diferentes Fuerzas.
PARTICIPACIÓN DE VARIAS UNIDADES
Además del equipo formado por UDYCO, EDOA y la Agencia Tributaria, durante la fase de explotación participaron, por parte de la Policía Nacional: agentes de los Grupos Operativos Especiales de Seguridad (GOES), la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) y la Unidad de Guías Caninos con perros detectores de droga y dinero.
Por parte de la Guardia Civil: agentes del Grupo de Acción Rápida (GAR), USECIC, Unidades de Seguridad Ciudadana y el Servicio Cinológico con perros detectores de droga y dinero.
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