LOGROÑO, 31 (EUROPA PRESS)
“Los niños con padres que sufren o han sufrido en algún momento de su vida trastorno de ansiedad, tienen más disposición a padecerla. Esto no quiere decir que se herede directamente, sino que existe un riesgo significativo, una mayor vulnerabilidad”. Así lo ha expresado Francisco Javier Méndez Carrillo, catedrático de la Universidad de Murcia, en la openclass “Intervención psicológica en los trastornos de ansiedad en la infancia” impartida en la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR).
En palabras del catedrático, los padres deben cambiar el pensamiento de que el tiempo lo cura todo y deben abordar la situación de ansiedad. “Es importante tratar a los niños que sufren ansiedad. No hay que subestimar el mal trago y el malestar clínico que el niño pasa durante ese tiempo”, destaca.
El trastorno de ansiedad en los niños cuando se separan de sus padres -o figuras de apego- puede aparecer a partir de los 2 años y puede llegar hasta los 14; siendo los 9 años la edad cuando más ansiedad presentan. Aun así, con la llegada de la preadolescencia puede que no desaparezca del todo; hay una pequeña proporción de niños que siguen sintiendo miedo a la separación de los padres.
CONTAGIO EMOCIONAL Y EL SUPERPODER DE LOS PADRES
Francisco Javier Méndez explicó en UNIR que en muchas ocasiones la ansiedad por separación tiene su origen en el comportamiento de los padres. “Hay que revisar si el estado de ansiedad proviene de los niños o de los padres, quienes cometen errores muy comunes y lo transmiten a sus hijos. En ese caso hay que trabajar primero con los adultos”, afirma el psicólogo clínico.
El experto en intervención psicológica ha resaltado que “los padres también transmiten ansiedad, y son capaces de anular en un segundo una hora de terapia”. Existen muchos estilos de educación que generan una situación de contagio emocional que no favorece al niño: el sobreprotector, el autoritario, el que ridiculiza o transmite miedo.
Entre los ejemplos más comunes, Méndez Carrillo destaca el primer día de guardería, “el niño se queda contento en la guardería y los padres dilatan la despedida recordando la merienda, que no se quiten el abrigo porque hace frío, que no se separen de la profe y así alertan al pequeño con su estado de ansiedad por separación”. Como medida preventiva, el experto recomienda una despedida rápida y no asociar el primer día de rutina como el final de las vacaciones, sino establecer una jornada de bienvenida como una transición en la que el niño debe jugar, conocer el nuevo entorno y familiarizarse con las profesoras.
Si un padre ve sufrir a su hijo, lo más natural es que acuda a ayudarlo. Sin embargo, el psicólogo clínico aclara que “el estilo sobreprotector es una trampa, porque le solucionas el problema a corto plazo, pero a la larga estás fomentando un niño débil que se verá comprometido en el momento de enfrentar sus problemas”.
Lo mismo ocurre con el miedo a la oscuridad. Si el niño llora por la noche y los padres acuden encendiendo la luz, éste asociará la luz con tranquilidad, seguridad. Por lo que repetirá la conducta de manera sistemática.
Otra medida errónea es cuando los padres utilizan el recurso de la amenaza. “Si te portas mal, llamo a la policía”, “si no te duermes, vendrá el coco”, por lo tanto, los niños evitaran todo aquello que les genere ansiedad o miedo”, indica Méndez Carrillo.
TÉCNICAS PARA AFRONTAR LA ANSIEDAD
Para tratar los trastornos de ansiedad más prevalentes en la infancia, el catedrático, explica varias técnicas para abordar esta situación desde distintas perspectivas.
El principal componente para tratar la ansiedad es la exposición, también conocida como medida de aproximación o afrontamiento. “El miedo a conducir, se va conduciendo, el miedo a hablar en público se quita haciendo exposiciones; son medidas un poco amargas, pero que resultan eficaces. Aguantar el tipo ante los miedos infundados”, subraya Méndez Carrillo.
Por otro lado, destaca las ayudas externas. Una de ellas son los estímulos que animan a enfrentar una situación mediante el refuerzo. En este sentido, Méndez Carrillo afirma que “cuando uno se siente validado y reforzado con frases como tú puedes; vamos; ánimo con todo, ayudan a afrontar una situación desde la confianza”.
Otra de las terapias más utilizadas con los niños son los cuentos, una herramienta muy didáctica. Javier Méndez Carrillo puntualiza que “a todos los niños les gusta que les lean cuentos. Se pueden analizar, conversar con ellos sobre el argumentario. Es importante que no aparezcan ogros, brujas o elementos que favorezcan miedos infundados. Existen cuentos para tratar cuestiones específicas”, aclara. Otra técnica didáctica son las imágenes emotivas.
Entre las herramientas internas para abordar la ansiedad se puede mencionar la relajación, meditación o mentalización para afrontar situaciones que generen ansiedad.
También existen otras técnicas complementarias que suelen dar buenos resultados. En esta línea, el experto destaca la terapia del juego. “En el caso del miedo, se puede trabajar haciendo sombras en la oscuridad, hacer juegos que diviertan al niño y que no perciba la oscuridad como una amenaza”.
Así mismo, se pueden combinar o probar métodos en caso de que las anteriores no den resultado. Una de ellas es la escenificación emotiva, una técnica novedosa desarrollada por la Universidad de Murcia, en la que mediante el juego cada persona asume una representación de papeles tras elaborar un argumentario previo entre los participantes.
Transmitir normalidad ante situaciones de stress hará que el niño tenga más herramientas para la gestión emocional a corto y largo plazo. “Si el niño nos ve nervioso, se altera; si percibe una situación de nerviosismo, se lo transmitiremos también. De aquí la importancia del superpoder de contagio emocional y trabajar con las herramientas adecuadas”, concluye el catedrático.
SOBRE UNIR
UNIR es una Universidad cien por cien en línea que ofrece una educación superior de calidad a través de las tecnologías más innovadoras, siempre con el estudiante en el centro de su actividad. En España, imparte 45 grados oficiales, 116 postgrados, 65 títulos propios y 4 programas de doctorado que tienen como objetivo acercar una educación integral y personalizada a los más de 55.000 estudiantes que trabajan en sus aulas presenciales-virtuales desde 86 países, principalmente en España y Latinoamérica.
Su método de enseñanza, adecuado a las demandas del mercado laboral, hace de UNIR una auténtica palanca social que rompe barreras y ayuda a que cada uno, esté donde esté, cumpla sus sueños universitarios y de progreso. UNIR pertenece al grupo educativo Proeduca, junto con otros centros de enseñanza superior y no reglada.
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