
LOGROÑO, 21 (EUROPA PRESS)
La aparición de grietas en la iglesia de la Asunción Viguera, cuya torre se derrumbó el 23 de febrero, obliga a poner ‘testigos’ para ver su evolución, según ha informado la Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño.
Desde la entidad han trasladado su apoyo a las víctimas de este suceso, “especialmente a las familias que han perdido su vivienda y sus vehículos, así como a los vecinos de Viguera”. La Diócesis, “desde el primer momento, está trabajando para poder dar la mejor solución a estas familias en el menor tiempo posible. Respecto a las causas del derrumbe, la empresa encargada continúa trabajando en el desescombro, una labor lenta debido a la cantidad de restos, así como a las dificultades de accesibilidad de la zona”.
Durante estas labores se han recuperado elementos singulares como las campanas, algunas yeserías o la veleta de la torre. En estos días, “están trabajando también en el tejado del templo”. Una vez finalizadas estas tareas, los técnicos podrán determinar lo ocurrido.
Ante la aparición de grietas en otras partes del templo, se han colocado testigos para “ver la evolución de las mismas, mientras que se está realizando un estudio sobre el estado de los muros para comprobar en qué situación se encuentran tras el derrumbe”. Mientras tanto, y para garantizar la seguridad de los fieles, el culto continúa desarrollándose en espacios cedidos por el Ayuntamiento de Viguera.
Desde la Diócesis han agradecido tanto al Ayuntamiento de la localidad como al Gobierno regional “su colaboración ante este suceso y seguimos trabajando de manera conjunta en la recuperación de este bien patrimonial”.
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