MADRID/ LOGROÑO, 9 (EUROPA PRESS)
Especialistas del Movimiento Corazón de Mujer han destacado la importancia de que la población conozca los síntomas clásicos de un infarto para poder actuar rápido y prevenir posibles ahogamientos, en playas y piscinas durante el verano, que es una de las más frecuentes ante estos eventos.
Hasta el momento, 2024 ha registrado el segundo peor trimestre del año en muertes por ahogamiento accidentales desde 2015 en España, al haber fallecido 79 personas hasta la fecha, según el Informe Nacional de Ahogamientos (INA) que elabora la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo. Por ello, los expertos han recomendado extremar las precauciones, sobre todo entre aquellos que padecen enfermedades cardiovasculares.
Desde el Movimiento Corazón de Mujer, han enumerado los signos de alerta que deben tenerse en cuenta para reconocer un infarto a tiempo. Entre ellos, destaca la sensación de opresión, presión, pesadez o dolor en el centro del pecho hasta la zona del estómago que tenga una duración superior a unos minutos o que va y viene. Junto a esta, la falta de aire, dificultad para respirar o respiración entrecortada, con o sin dolor en el pecho, resulta también alarmante.
Además, una sudoración excesiva y fría, incluso en ambientes cálidos, y una sensación de malestar general, mareo, aturdimiento, debilidad o desmayos deben ser vigiladas. Del mismo modo, debe considerarse el cansancio extremo inusual, que puede puede aparecer con más frecuencia entre la población femenina, al igual que sucede con las molestias en ambos brazos, la espalda, el cuello, la mandíbula, los hombros o en la zona del estómago, falta de aire, náuseas o vómitos, sudoración, aturdimiento o mareos y cansancio extremo inusual.
Otro de los aspectos a tener en cuenta es el consumo de alcohol, muy común en verano, y que puede resultar peligroso para el baño en playas y piscinas, ya que afecta de manera negativa al sistema cardiovascular y a la capacidad de respuesta del individuo, aumentando el riesgo de ahogamiento y complicaciones cardíacas.
“Es importante que cualquier persona cardiópata continúe tomando la medicación y atendiendo a señales que puedan aparecer, sobre todo, antes de realizar esfuerzos importantes, así como no dudar en acudir a un especialista en caso de sentirlas o encontrarse mal para prevenir una complicación mayor”, ha indicado la impulsora del Movimiento Corazón de Mujer y fundadora de Atria Clinic, Leticia Fernández-Friera.
En este sentido, es importante que aquellas personas que tienen enfermedades cardiovasculares y pueden ser más vulnerables a tener un infarto, se realicen un chequeo médico en caso de tener previsto la realización de actividades acuáticas durante sus vacaciones de verano. “De esta manera, el especialista puede ayudar sobre la actividad más conveniente y dar consejos de prevención, así como personalizar sus riesgos”, ha comentado la doctora Fernández-Friera.
Como medida de prevención, han añadido también la importancia de crear ambientes seguros en playas y piscinas contando con socorristas bien entrenados y equipos de primeros auxilios, incluyendo desfibriladores automáticos externos (DAE). La educación sobre los riesgos debe ser promovida entre los nadadores, junto con la capacitación en RCP del personal al cuidado de estos entornos para prevenir incidentes.
También es aconsejable minimizar los riesgos con una hidratación continua, una dieta saludable con un control de la alimentación, minimizar situaciones de estrés, utilizar ropa ligera y evitar cambios bruscos de temperaturas en playas y piscinas.
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