LOGROÑO, 1 (EUROPA PRESS)
El barrio de Lobete aspira a ser Entorno de Rehabilitación Programada (E.R.R.P.) para que las comunidades de vecinos puedan acogerse al programa de ayudas europeas en materia de eficiencia energética.
El concejal de Patrimonio en el Ayuntamiento de Logroño, Adrián Calonge, ha ofrecido una rueda de prensa junto al concejal de Servicios Sociales y Desarrollo Comunitario, Iván Reinares, en la que han informado del próximo plan de recuperación de Lobete.
Se trata de un zona, de 90.500 metros cuadrados, en la que predominan los edificios de hormigón prefabricado y el Ayuntamiento de Logroño persigue actuaciones de regeneración urbana centradas en la eficiencia: luces led, envolventes para reducir la pérdida de calor o frío, calderas más eficientes o tuberías, entre otras.
De este modo, el Ayuntamiento de Logroño ha iniciado los trámites para que el barrio de Lobete sea declarado Entorno Residencial de Rehabilitación Programada (E.R.R.P). Con esto, podrá optar al programa de ayudas para la rehabilitación de viviendas y la mejora de su eficiencia energética.
Tras delimitar la zona de intervención, el Consistorio solicitará en los próximos días al Gobierno de La Rioja que este espacio sea declarado E.R.R.P. de acuerdo con el Real Decreto 853/2021 de 5 de octubre, por el que se regulan los programas de ayuda europea en materia regeneración urbana y eficiencia energética a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España.
La zona delimitada combina edificios residenciales muy similares constructivamente y muy poco eficientes, con una calefacción de distrito (caldera cómun para todo el distrito) de bajo rendimiento y de combustibles fósiles, de las décadas de los 70-80.
También, una composición de cerramientos prefabricados de hormigón de muy baja calidad térmica, ya que se construyeron en 1976, antes de la primera normativa energética española de 1979.
La delimitación de Lobete está formada por parte de las calles Obispo Fidel, Duquesa de la Victoria, Obispo Lepe, Obispo Rubio Montiel, San Juan Pablo II y avenida de Lobete.
Estos aspectos convierten a esta zona en un entorno de oportunidad para la reducción conjunta de demanda de calefacción, el consumo de energía primaria no renovable y las emisiones de CO2, lo que permitiría actuaciones de alta viabilidad técnica, económica y constructiva.
Calonge ha explicado que la elección de este barrio es fruto de la cooperación y la coordinación entre la Dirección General de Política Territorial, Urbanismo y Vivienda del Gobierno de La Rioja, el Instituto de la Vivienda de la Rioja (IRVI) y el Ayuntamiento de Logroño, previo análisis de los edificios y de los condicionantes residenciales, socioeconómicos, edificatorios y ambientales del conjunto.
Este espacio propuesto como Entorno Residencial de Rehabilitación Programada cuenta actualmente con 1.415 habitantes, de los que el 45 por ciento forma parte de los grupos más vulnerables (menores de edad y mayores de 65 años).
Además, según datos del INE, sus vecinos cuentan con una menor renta neta media por hogar y persona que la media de la ciudad, ha señalado Reinares.
EDIFICIOS DE MUY BAJA CALIDAD TÉRMICA Y AHORRO ENERGÉTICO
En este espacio se ubican cinco edificios públicos y diecinueve edificios residenciales, que corresponden a 34 portales y 688 viviendas, que forman parte del Plan Parcial Lobete, desarrollado en el año 1962. Por esta razón, únicamente existen cinco referencias catastrales para el total de los edificios residenciales del mismo.
En lo relativo a la tipología, los edificios residenciales fueron construidos entre 1976 y 1986, la mayoría de ellos antes de la primera normativa energética española de 1979.
En general, son edificios de muy similares por características arquitectónicas, volumétricas y constructivas, lo que permite un alto grado de replicabilidad en las soluciones de regeneración y eficiencia energética que se adopten y permitiría una mayor eficiencia y agilidad en las intervenciones.
En este sentido, trece de los diecinueve edificios de la zona delimitada tienen una composición de cerramientos prefabricados de hormigón de muy baja calidad térmica.
A esto se suma la existencia de una calefacción de distrito, compuesta por un módulo de calderas exterior que canaliza y surte de energía a los edificios mencionados.
Esto hace que el potencial ahorro energético y de emisiones sea muy elevado. Y a su vez, la similitud constructiva de los edificios de la zona permite un planteamiento ambicioso de actuación en una escala importante para la magnitud de la ciudad de Logroño, ha añadido Calonge.
Respecto al espacio público dentro del ámbito de actuación, actualmente se limita exclusivamente a los viales y aceras existentes con una configuración de calle convencional, con carril de circulación en ambos sentidos y aceras de escasa entidad a ambos lados.
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