LOGROÑO, 19 (EUROPA PRESS)
Abuelos y nietos comparten tiempo de ocio cultural por elección propia, siendo esta una de las prácticas más comunes entre ellos (frente al ocio lúdico ambiental-ecológico, festivo, físico-deportivo, digital y solidario), y que llevan a cabo porque “les gusta” y porque quieren “pasar más tiempo juntos”.
Esta es una de las conclusiones de la tesis doctoral de Cristina Medrano Pascual, titulada ‘Ocio cultural y relaciones intergenaracionales’ y llevada a cabo en el Departamento de Ciencias de la Educación de la Universidad de La Rioja.
Desarrollada en el marco del programa 283D Doctorado en Educación y Psicología (Real Decreto 99/2011), la tesis ha sido dirigida por María Ángeles Valdemoros San Emeterio y M.ª Magdalena Sáenz De Jubera Ocón, y ha obtenido la calificación de sobresaliente ‘cum laude’ por unanimidad del tribunal.
El objetivo general de su investigación doctoral ha sido examinar la práctica de ocio cultural compartida entre generaciones, a partir de una encuesta a 1.063 menores de 6 a 12 años y 357 abuelas y abuelos; residentes todos ellos en el norte de España (Burgos, Cantabria, Palencia, País Vasco, Navarra y La Rioja).
La tesis parte de la base de que el ocio cultural compartido entre abuelos, abuelas, nietos y nietas guarda una estrecha relación con las necesidades de la sociedad actual. Es en estos espacios relacionales donde los vínculos familiares se fortalecen y también es a través de ellos como comprendemos nuestra propia identidad y origen.
La transmisión de valores y entendimiento de aquello que nos hace ser quienes somos se relaciona, además, directamente con la cultura. Es por eso que la tesis se vincula directamente con la dimensión cultural del ocio y las relaciones entre abuelos y nietos que de ella emanan.
A lo largo de la investigación, la doctora Medrano Pascual pone el foco en cómo son esas relaciones en dichos contextos y se expone como aspectos centrales de la tesis las actividades que comparten abuelos y nietos, el grado de satisfacción que les reportan y cómo estas relaciones se desarrollan en distintas áreas geográficas del norte de España.
Entre los hallazgos más relevantes de la tesis se encuentra la confirmación de que abuelos y nietos comparten, efectivamente, tiempo de ocio cultural por elección propia. Un 96 % del total de nietos, nietas, abuelas y abuelos entrevistados afirma disfrutar de tiempo de ocio cultural compartido.
El ocio cultural es, así, el contexto primordial para el bienestar personal, familiar y social en las relaciones intergeneracionales. Los motivos por los que lo hacen son, sencillamente porque “les gusta” y porque quieren “pasar más tiempo juntos”.
En torno al 90 % de los encuestados creen que el ocio cultural compartido les permite estar más felices. Además, las dos generaciones coinciden en que sus relaciones mejoran cuando comparten este tipo de actividades.
Los beneficios sobre el bienestar son bidireccionales, ya que el ocio cultural mejora el bienestar psicológico y la satisfacción vital con diferencias significativas con respecto de quienes no comparten este tipo de ocio, y que favorece el disfrute, la diversión y mejora la creatividad. El ocio cultural tiene, en definitiva, un impacto positivo sobre el bienestar emocional (por encima de la mejora del desarrollo físico).
El ocio cultural es una de las prácticas más comunes entre ellos, destacando por encima de los otros tipos de ocio: ocio lúdico, ambiental-ecológico, festivo, físico-deportivo, digital y solidario.
Dentro de las actividades consideradas de ocio cultural (ver la televisión, leer, hacer actividades artísticas, escuchar música, ir al cine, visitar museos, galerías y exposiciones, ir a conciertos o festivales e ir al teatro) la que más presencia tiene es la televisión, es decir, que abuelos y nietos la ven en compañía los unos de los otros. Por debajo de esta actividad se encuentran otras como la lectura y las actividades artísticas (pintura, cocina…).
Entre otras conclusiones, las actividades artísticas se reservan al género femenino (hay más nietas y más abuelas que las realizan); cuando aumenta la edad de los abuelos hay una menor frecuencia de asistencia al cine, lectura y música compartida; y el nivel de estudios de los mayores es concluyente en la práctica de ocio cultural al relacionarse con un mayor acceso a la música, al cine, al teatro, a los museos y a los conciertos.
Por otro lado, la figura que destaca por encima de todas las demás en términos de ocio cultural compartido es la abuela materna (seguida del abuelo materno, la abuela paterna y el abuelo paterno).
Hay bastantes diferencias de percepción entre las dos generaciones con respecto a lo que se consideran actividades compartidas, por ejemplo, hay más nietos que abuelos que dicen ver la televisión en conjunto y, por el contrario, más abuelos que nietos que dicen que comparten tiempo de lectura.
El hallazgo principal de la tesis sobre la frecuencia es que las actividades de ocio cultural se comparten con cierta frecuencia, pero no de forma cotidiana; si bien los nietos perciben una frecuencia más esporádica y, los abuelos, la sienten más cotidiana.
Cantabria es la provincia donde más abuelos comparten con sus nietos ocio cultural y La Rioja es la que presenta porcentajes más altos con respecto al cine y la lectura.
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