LOGROÑO, 17 (EUROPA PRESS)
El estudio de arquitectura ‘Behark’, compuesto por Beñat Saratxaga y Gentzane Goikuria, ha calificado de “historia de un éxito” la transformación de un edificio en desuso, junto al Ayuntamiento vizcaíno de Larrabetzu, en un espacio público -denominado en euskera ‘aterpe’- para ser usado por los vecinos para diferentes fines.
Ha señalado que “a pesar de su singularidad” ha sido “muy bien acogido en el pueblo, ya que los vecinos lo aprecian y además lo cuidan”, porque “es un espacio pequeñito pero muy agradable”. Además, “muestran su orgullo, porque al haber sido premiado, viene gente de visita a verlo”.
Precisamente este proyecto ha sido el primero en abordarse en la las XXII Jornadas de Intervención en el Patrimonio, que hasta el domingo se desarrollan en La Rioja. Antes del inicio de las mismas, los responsables del estudio han atendido a los medios de comunicación, junto al director de las Jornads, Octavio Pérez Monfort.
Saratxaga ha indicado que la intervención nace “de darle uso a un edificio en ruinas junto al Ayuntamiento” y viendo que “como tenemos un clima tan lluvioso existía la idea de generar este tipo de actuaciones, con espacio público cubierto”.
De hecho, ha asegurado que el proyecto “nos ha dado muchas alegrías como estudio, ya que ha sido como muy reconocido e incluso ha tenido varios premios, siendo galardona internacionalmente”. Ha destacado, además, que después de esta intervención salió a concurso la rehabilitación del propio Ayuntamiento “y la ganamos nosotros”, con idea de empezar las obras el próximo año”.
Ha apuntado que “a veces se relacionan las obras de patrimonio con una rehabilitación, pero en este caso ha sido transformación total, generando un nuevo edificio que está muy integrado en el entorno, a pesar de que tiene una apariencia contemporánea”.
Realizado en piedra y madera, el arquitecto ha explicado que este último material “es también por una cuestión de sostenibilidad, debido a que es el único material que, tanto en su producción y su uso en construcción, reduce la huella de carbono”. En este punto, ha manifestado que “la madera tiene cierto estigmas en cuanto a durabilidad, y se ha demostrado que bien tratada supera edificaciones en altura”.
“ESCALA CIUDADANA”
Por su parte, Pérez Monfort ha puesto en valor los 15 estudios de arquitectura presentes en las jornadas, ya que, “a diferencia de hace dos años en las que solo pudimos contar, debido a la pandemia, con arquitectos nacionales, en este ocasión los hay internacionales, llegado de Portugal o Italia”.
Además, ha manifestado que en esta edición se han buscado trabajos que “se pongan a escala del ciudadano, para que este se sienta más identificado”, que hace que “incluso lo cuiden más y pueda perdurar”.
Se van a explicar las diferentes formas de trabajar sobre entornos históricos, ya sea un monumento, o una gran iglesia, una pequeña ermita en Ruesta (Zaragoza), una nave industrial, un hotel junto a una muralla o un antiguo granero en Ojacastro reconvertido en casa de fin de semana, sin olvidar el Centro de Visitantes Castillo de Pombal de Coimbra, en Portugal.
Desde su creación, el objetivo de este foro ha sido servir de nexo de unión entre las diferentes disciplinas relacionadas con la intervención de edificios, para poner en común experiencias y técnicas, compartir reflexiones sobre qué se considera Patrimonio histórico y qué no y como esta consideración va variando con el paso del tiempo y para exhibir trabajos y proyectos de diferentes escalas que sirvan de ejemplo y modelo sobre buenas prácticas.
Las Jornadas de este 2023, la edición número XXII, llevan el título de ‘RE-‘, el pronombre ‘RE’, en referencia al denominador común de las diferentes formas de actuar sobre el patrimonio histórico: reconstrucción, rehabilitación, restauración, reforma, regeneración, reutilización… en función del criterio profesional de quienes la acometen.
Esta edición continuará con la línea de las últimas: más visuales y directas en su formato de presentación de los 15 proyectos seleccionados con un enfoque menos técnico, que se divulgarán presencialmente y también vía streaming porque buscan dirigirse a toda la población, y no únicamente a los profesionales del sector, para que el mensaje llegue la sociedad, principal interesada de conservar el pasado arquitectónico para enriquecer el futuro.
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