LOGROÑO, 12 (EUROPA PRESS)
El Gobierno de La Rioja apuesta por segundo año consecutivo por la implantación de la figura de agente de igualdad, desarrollada junto a UGT y CCOO, con una inversión de 93.644,88 euros en 2022 frente a los 63.359,97 euros de la pasada edición, correspondiente al periodo entre mayo y diciembre.
La directora general de Igualdad, Emilia Fernández, ha destacado que la puesta en marcha en 2021 de las agentes de igualdad ha sido “altamente satisfactoria” y ha recalcado que los convenios con las dos organizaciones sindicales tienen “el objetivo fundamental de lograr una igualdad real y efectiva en el mundo laboral”, permitiendo mantener dos agentes: una en CCOO y otra en UGT.
“Desde el Gobierno de La Rioja, hemos considerado estratégica la incorporación de la figura de agente de igualdad en las organizaciones sindicales para implementar y desarrollar las políticas de igualdad en el ámbito de la empresa y, con ello, contribuir con éxito a la consecución de una cultura empresarial y social basada en la igualdad de trato”, ha explicado.
Fernández ha subrayado que “la incorporación del principio de igualdad de oportunidades y de trato en el mundo empresarial optimiza los recursos humanos y facilita la retención y el aprovechamiento del talento, mejora la productividad, mejora la imagen interna y externa, reduce el absentismo laboral, mejora el clima laboral y la gestión de la empresa”.
Los convenios suscritos permiten a UGT y CCOO incorporar agentes de igualdad como figuras facilitadoras e impulsoras de la igualdad en el ámbito laboral. Su tarea consiste en informar y asesorar a las partes para que implanten planes y medidas de igualdad, así como velar por la integración del principio de igualdad en la negociación colectiva y por el cumplimiento de las previsiones contenidas en la Ley de Igualdad.
En La Rioja, 53 empresas cuentan con un plan de igualdad en el seno de sus organizaciones y actualmente están en negociación 26 planes de este tipo. Estos instrumentos son obligatorios para empresas de más de 50 personas trabajadoras, lo que afecta en La Rioja a unos 164 centros de trabajo.
La vicesecretaria general de UGT La Rioja, Ana Victoria del Vigo, ha resaltado que “desde la aprobación de los Reales Decretos 901/2020 y 902/2020 de Planes de Igualdad e Igualdad Retributiva, se abre un gran futuro para conseguir la igualdad plena y efectiva entre mujeres y hombres en el ámbito laboral” y en este sentido ha valorado la creación de la figura de agentes de igualdad en el ámbito laboral por parte de la Consejería de Igualdad, Participación y Agenda 2030, a través de la Dirección General de Igualdad.
Del Vigo ha lamentado que “a día de hoy, la precariedad laboral tiene nombre de mujer porque nosotras somos las que soportamos mayores tasas de desempleo, mayor parcialidad en la contratación y salarios más bajos por trabajos de igual valor. En eso radica la importancia de la implantación de los planes de igualdad, son negociación colectiva, y, por eso, desde UGT y CCOO apostamos desde el principio por ellos, no solo porque son ley, que lo son, sino porque además les entendemos como una herramienta fundamental para corregir esa desigualdad que existe en el mundo laboral”.
La responsable de Comunicación y Políticas Sociales de CCOO La Rioja, Marian Alcalde, ha indicado que las agentes de igualdad “promueven una cultura empresarial y social basada en la igualdad de trato y oportunidades; establecen una referencia en información y asesoramiento para el desarrollo de planes de Igualdad, e igualdad retributiva, y de todas las medidas orientadas a la no discriminación laboral entre mujeres y hombres”. Además, ha reseñado que se encargan de “difundir e informar sobre cuestiones de ámbito de igualdad entre mujeres y hombres como planes de igualdad en general, sobre medidas que favorezcan la conciliación familiar y laboral, así como buenas prácticas a implantar en el ámbito laboral para poder alcanzar esa igualdad real y efectiva”.
A su juicio, la figura de la agente de igualdad de oportunidades (AIO) en el mundo laboral es “una pieza clave a la hora de identificar los colectivos y las situaciones susceptibles de atención especializada en el empleo, la formación, la salud laboral y, en general, en toda la práctica sindical”.
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