LOGROÑO, 2 (EUROPA PRESS)
Una lucerna (o lámpara) de la época romana hallada en el Castillo de Viguera es la primera encontrada en la península ibérica que presenta “una decoración estampillada mediante punzón de dobles círculos sogueados”.
Esa decoración “completamente inédita” junto a su cuidada elaboración, le confieren “un carácter de lujo” y la hacen única respecto a las piezas descubiertas hasta el momento.
El hallazgo ha sido dado a conocer por José Mª Tejado, profesor de Historia Medieval de la Universidad de La Rioja, en el artículo ‘Un nuevo tipo de lucerna en TSH procedente del Castillo de Viguera (La Rioja)’, publicado junto a Luis Carlos Juan Tovar, en el nº 14 del Boletín Ex Officina Hispanica que edita la Sociedad de Estudios de la Cerámica Antigua en Hispania.
El Castillo de Viguera se encuentra en el municipio riojano del mismo nombre y su función militar la confirma el hallazgo de armas de diferentes épocas (proyectiles, hondas, plumbatas), así como un índice “anormalmente elevado de individuos con fracturas óseas allí enterrados”.
De época romana se ha recuperado vidrio muy fino, monedas acuñadas hasta el 395, Terra Sigillata Tispánica Tardía (TSHT), cerámicas grises de buena factura, cerámicas estampilladas, hueso finamente trabajado e, incluso, instrumental médico (un bisturí y una sonda simple de bronce).
Junto a todo ello ha aparecido también una lámpara o lucerna, con unas dimensiones de unos 10 centímetros de diámetro, “derivada de disco, de pasta anaranjada, dura, fina y bien decantada”, explican los autores, y que “presenta un barniz igualmente anaranjado, homogéneo, espeso, consistente y bastante bien conservado que alcanza el interior del depósito”.
No han aparecido ni el pie ni el asa, si bien la principal novedad, que la hace única hasta el momento, es “una decoración (realizada antes de finalizar la pieza) estampillada mediante punzón de dobles círculos sogueados” que es “completamente inédita en las lucernas tardías hispanas”.
Todo ello, en definitiva, “le confiere, junto a su cuidada elaboración, un carácter de objeto de cierto lujo”, señalan José M.ª Tejado, profesor de Historia Medieval de la Universidad de La Rioja, y Luis Carlos Juan Tovar.
En este aspecto abundan los autores en el artículo al detallar cómo esta decoración “para dar realce a una pieza, de superior coste” no solo estaba destinada “a objetos de mayor porte y representación como fuentes, platos o cuencos”, sino también “en productos menores como esta lucerna”.
Esto indica “un cierto grado de apego a lo sofisticado, incluso en piezas secundarias del ajuar diario, en medios tan insólitos y hostiles como esta fortaleza militar en altura”, como es el Castillo de Viguera.
Por otro lado, los autores advierten que “este tipo de decoración evidencia un cambio en la tendencia que aquí se trunca” por cuanto hasta este hallazgo “las lucernas romanas de Hispania compartían un repertorio común” tanto en la temática como en lo formal.
En el terreno de las hipótesis, los autores del artículo otorgan un “origen mesetario y, en particular, del valle del Duero” a la lucerna. “Sin duda, de un taller profesional con alfareros que conocen bien no sólo la técnica del torneado, sino el decorado, barnizado y cocción de las piezas”, datándola en la primera mitad del siglo V “con huellas de un uso prolongado en el tiempo”.
Los autores concluyen el artículo afirmando que “este nuevo tipo de lucerna viene a incrementar el amplio repertorio de tipos y variantes de lámparas de TSHT descubiertos” hasta el momento.
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