El Ayuntamiento firma con RASD un convenio de 29.000 euros para financiar las actividades de este programa
LOGROÑO, 24 (EUROPA PRESS)
Logroño volverá a celebrar este verano el programa ‘Vacaciones en Paz’ cuyo objetivo es poder traer a 41 niños y niñas saharauis durante los meses de julio y agosto y para lo que desde RASD (Asociación Riojana de Amigos y Amigas de la República Árabe Saharaui Democrática) solicitan una ayuda para conseguir familias de acogida.
Como ha explicado el presidente de la Asociación, José Tomás, “este año está costando un poco más conseguir familias, por lo que hacemos un llamamiento a la sociedad riojana para lograr que todas las niñas y niños que está previsto que vengan puedan tener un hogar de acogida y disfrutar de estas vacaciones en paz”.
El programa se elabora con la ayuda del Ayuntamiento de Logroño por lo que la Junta de Gobierno Local ha aprobado hoy el convenio RASD por valor de 29.000 euros, destinados a sufragar, entre otros gastos, parte de esta actividad.
NIÑOS DE ENTRE 7 Y 12 AÑOS
El concejal de Servicios Sociales y Desarrollo Comunitario, Iván Reinares, ha destacado que este año “durante los meses de julio y agosto, 41 niños y niñas saharauis, de entre siete y doce años, podrán disfrutar en La Rioja de un verano en paz. 35 de las niñas y niños que vienen serán acogidos en familias (6 de ellos con discapacidad) y otros 6 niños y niñas con discapacidad se alojarán en el CRMF de Lardero, con el apoyo también de las diferentes entidades que trabajan en el área de la discapacidad de La Rioja”.
El programa ‘Vacaciones en paz’, que desarrolla la Asociación de Amigos y Amigas de la República Árabe Saharaui Democrática y el Ayuntamiento de Logroño desde 1993, tiene como objetivo que los niños y niñas saharauis disfruten de unas vacaciones estivales tanto en Logroño como en otras localidades de La Rioja alejados de las durísimas condiciones de vida que ofrecen los campamentos de refugiados en Tinduf (Argelia).
Este programa, ha señalado Reinares, “tiene un marcado carácter humanitario, debido a las condiciones de extrema dureza que se sufre en los campamentos de refugiados con carencias de todo tipo (alimentación, sanidad, abastecimiento de agua, etc.)”.
ATENCIÓN SANITARIA PERSONALIZADA
Además, “más allá del disfrute de vacaciones de estos niños y niñas, lo más importante es que se les proporciona una atención sanitaria especializada, con revisiones médicas dirigidas especialmente a cubrir las patologías relacionadas con los oídos y vista que sufren”.
Este programa, ha resaltado Iván Reinares, “crea un hilo mágico e irrompible que une a las niñas y niños saharauis con sus familias de acogida y consolida a Logroño como una ciudad que cuida en la solidaridad”.
El concejal de Servicios Sociales y Desarrollo Comunitario, ha recordado que el Sahara ha sido un continuo referente en los proyectos municipales de Cooperación al Desarrollo, “con programas de cooperación al desarrollo y de ayuda humanitaria desde 1991, dirigidos fundamentalmente a temas escolares y de sanidad”.
El Ayuntamiento de Logroño, ha recordado, “mantiene una especial relación con la antigua Colonia del Sahara Occidental, especialmente con la Daira de Hagunia, con la que Logroño está hermanada desde 1991”.
48 AÑOS DE CONFLICTO
Por su parte, José Tomás ha explicado a los medios que “estamos en la recta final cumplimentando todos los trámites para la llegada de los niños y niñas y, como siempre, con la ilusión renovada, si cabe cada año con más fuerza. La situación enquistada del conflicto saharaui que se alarga ya 48 años no supone merma para afrontar este programa solidario de Vacaciones en Paz”.
Como ha destacado “no se trata solo de conseguir sacarles de sus campamentos durante estos dos meses sino que también se aprovecha el tiempo con ellos para hacer terapias y mejorar diagnósticos. Hay que recordar que estos niños viven en condiciones extremas de todo tipo, de medios, temperaturas, libertades… y por ello es una oportunidad para mejorar su vida y también que la sociedad riojana sepa cómo están las cosas y que recuerden que es un problema que hay que resolver. Esa debe ser la meta”.
En el caso de los niños que son acogidos por las familias riojanas, Tomás ha explicado que “desde el primer día” pasan a formar “parte de la familia y de las actividades que ellos hagan”. Después a lo largo de los dos meses “sí que hay varios encuentros conjuntos para conocer cómo está la situación, que los niños estén juntos y que pasen un día diferente, pero en cuanto llegan las familias son los que están cien por cien con los pequeños”.
Por su parte, para los niños que estén en el CRMF -con alguna discapacidad más severa- “contaremos con un grupo de voluntarios en donde, además de sus terapias, después hagan labores de apoyo, les saquen de paseo, a la piscina, colaboren en tareas…”.
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