LOGROÑO, 21 (EUROPA PRESS)
Dos concepto antagónicos del toreo, el clasicismo de Diego Urdiales, y el valor de Andrés Roca Rey, les han servido a ambos para abrir la puerta grande de la plaza de toros de ‘La Ribera’, en la última tarde del abono de San Mateo en Logroño. El tercer espada, José Antonio ‘Morante de la Puebla’ ha cortado un trofeo, todo en una complicada corrida de Núñez del Cuvillo, rematada con un sobrero de Juan Pedro Domecq.
Casi lleno en los tendidos y público entregado desde el inicio del festejo, a pesar de que ha sido a partir del ecuador del mismo cuando han ocurrido las cosas más interesantes.
Ha sido Diego Urdiales el primero en desorejar a su segundo astado, de nombre ‘Pendenciero’, un castaño de 542 kilos. Sin el brillo deseado en el capote, el riojano ha armado una extraordinaria faena con la muleta, con ligazón con ambos pitones, sobre todo por el derecho, logrando profundidad y armonía. Ha matado de buena estocada para pasear los dos trofeos.
Con su primero, el segundo de la tarde, ‘Berlanguillo’, negro mulato bragado, de 505 kilos, Urdiales ha podido expresarse con el capote, gracias unas buenas verónicas, y un quite por chicuelinas, que parecían presagiar un triunfo del de Arnedo. No ha podido ser así, porque el toro se ha mostrado imposible en la faena, poniendo en serios aprietos a Urdiales, que ha tirado de gallardía y oficio, para rematar con clásico macheteo, y pinchazo y estocada, siendo aplaudido.
A REVIENTA CALDERAS
Por su parte, Roca Rey ha puesto la plaza a revienta calderas con el que ha cerrado el festejo, ‘Madrilito’, de 530 kilos, negro listón, con el que ha brillado desde el inicio con el capote, con buen toreo a la verónica. Destacada actuación del picador José Manuel Quinta, para que, a continuación, el peruano realizase un quite por chicuelinas muy ceñidas, que ha levantado al público de sus asientos.
Con la muleta, pases cambiados para iniciar la faena, para después destacar con la mano izquierda. A partir de ahí, y con el respetable rendido, se ha dedicado a hacer un toreo de valor y de cercanía, que unido a una buena media, le ha servido para lograr los dos trofeos, con fuerte petición de rabo.
Antes, el peruano se ha topado con ‘Billetero’, castaño de 504 kilos, con el que tras saludar de manera brillante con el capote, no ha podido refrendarlo con la muleta, debido a que el animal ha ido a menos, a pesar del empeño de Roca Rey, que tampoco ha estado acertado con el acero. Se ha silenciado su labor.
Morante de la Puebla ha obtenido una oreja en su segundo, un sobrero de Juan Pedro Domecq, de nombre ‘Pendenciero’, castaño de 542 kilos, con el que se ha mostrado soberbio en su saludo capotero, brillando en un galleo por chicuelinas y después con delantales. Con la pañosa, el sevillano ha estado por encima del astado, con una faena de temple, suavidad y con varias tandas, sobre todo al final de la lidia, de bella factura. Ha matado de estocada algo desprendida pero que ha sido suficiente para que cayera el animal y poder pasear su única oreja.
Con el que ha abierto plaza, el de la Puebla del Río ha abreviado en la muleta dada la escasa condición del astado, por su escasa clase y la brusquedad en la embestida.
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