“La Cámara regional no admite a trámite una moción del PSOE porque no se ajusta al Reglamento, según los servicios jurídicos”, afirman
LOGROÑO, 12 (EUROPA PRESS)
El Partido Popular de La Rioja censura “el intento de un uso partidista del Parlamento de La Rioja por parte del PSOE presentando una moción que no se ajusta al Reglamento de la Cámara y que ha sido rechazada siguiendo el criterio de los servicios jurídicos”.
Los diputados socialistas “manipulan a la opinión pública porque saben que las mociones consecuencia de interpelación no sirven para solicitar dictámenes al Consejo Consultivo”, afirman desde el PP en una nota de prensa.
El Partido Socialista -prosiguen- “hace el ridículo al pretender acusar al Gobierno de La Rioja de obstaculizar la obtención de información sobre asuntos sanitarios. A través de preguntas orales, escritas y peticiones de información al Gobierno, los diputados han obtenido toda la documentación que han solicitado”.
Igualmente, “los diputados deberían ser conscientes de que el Gobierno regional no interfiere en las decisiones del Parlamento porque, a diferencia de las injerencias de Pedro Sánchez en el Congreso de los diputados, el Ejecutivo riojano respeta escrupulosamente la separación de poderes”.
Para el PP, “la exconsejera María Somalo ha desaprovechado una muy buena oportunidad para pedir perdón a los riojanos por los errores y retrasos de diagnóstico en radiología durante su etapa al frente de Salud”.
“Somalo y González de Legarra han rozado el esperpento este viernes queriendo trasladar a la opinión pública un cúmulo de falsedades que pretenden empañar la eficiente gestión sanitaria del Gobierno regional del Partido Popular. Un Ejecutivo que, gracias al plan de choque implementado por la consejería de Salud, ha conseguido incrementar en seis meses un 16,5% el número de intervenciones quirúrgicas practicadas en los hospitales riojanos; reducir más de un 21% el número de pacientes en listas de espera, y bajar más de un 33% los días de demora, que han pasado de 120 a 78”, indican.
Consecuencia, todo ello, “de primar la buena gestión y la optimización de recursos por encima de criterios estrictamente ideológicos y, a todas luces, ineficaces”, finalizan.
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