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El Instituto de Estudios Regionales ha comprado tres libros antiguos que guardan relación con la familia Brocar

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Para seguir ampliando la recuperación del patrimonio bibliográfico de La Rioja

LOGROÑO, 14 (EUROPA PRESS)

La biblioteca del Instituto de Estudios Riojanos (IER) continúa trabajando en la adquisición del patrimonio bibliográfico y documental riojano. En esta ocasión, tras varios meses de búsqueda por parte del bibliotecario José Ignacio Peso, se han adquirido varias obras relacionadas con los talleres impresores de la familia Brocar.

El término ‘talleres’ alude a que es bien conocido que en muchos casos la creación de un taller impresor suponía iniciar una tradición empresarial que sería seguida por dinastías de viudas, hijos o hermanos. Este es el caso de la familia de Arnao Guillén de Brocar, uno de los mejores impresores del Renacimiento, distinguido por Carlos V con el título de tipógrafo real.

El primero de los ejemplares adquiridos es un libro de la época en la que el taller de Logroño se encuentra en plena producción. Es el libro ‘Opera quae in hoc libro continentur…’, obra impresa en 1512 por Guillén de Brocar en Logroño, una obra fundamental por recoger la obra del poeta calagurritano Aurelio Prudencio Clemente, considerado el poeta cristiano más grande de la Antigüedad, con los comentarios de Nebrija.

Se presentan los Himnos de Prudencio a los que éste dio títulos griegos: Cathemerinon (Canto Cotidiano), Peristephenon (de las Coronas de los Mártires), Psychomachia (sobre la hermosura de las Virtudes), Apotheosis (sobre la Divinidad y las Herejías), Amartigenia (libro en el que combate a los Marcianistas), Contra Symmachum y Dittocheon que es, en realidad, un prefacio a la Psicomachia.

Los ejemplares completos son muy escasos, siendo este ejemplar “una gran pieza para cualquier biblioteca especializada como es la del IER”, según afirman fuentes del Instituto.

Especial importancia tienen las tres hojas de introducción, porque contienen una temprana referencia al descubrimiento de América, así como un escudo de los Reyes Católicos, con el lema ‘Tanto monta’. La tipografía gótica presenta dos tamaños de letras: el texto de Prudencio más grande en una columna, y en la otra, el comentario de Nebrija, más pequeño.

En primer lugar, se hace una reseña a la derrota sufrida por los españoles en la batalla de Ravenna. A continuación, se hace una dedicatoria a Diego Ramírez de Villaescusa, obispo de Málaga y posteriormente se centra en los pasajes, en el lenguaje que emplea Prudencio y en parte de la biografía del autor.

Libro magnífico en el que se unen el mejor poeta cristiano de la Antigüedad, el gran humanista Antonio de Nebrija y el gran impresor Arnaldo Guillén de Brocar. El impresor Arnaldo Guillén de Brocar fue uno de los mejores en los inicios del siglo XVI. Trabajó en Pamplona, en Logroño y en Alcalá de Henares. Carlos V le concedió el título de “tipógrafo real” por la belleza de sus obras.

Tras ser requerido por Cisneros, Brocar se mudó a Alcalá de Henares, donde trabajó hasta que le llegó la muerte en 1523.

OTRAS ADQUISICIONES

La segunda obra adquirida por la Biblioteca del IER, es ‘Erudita in dauiticos psalmos expositio*’, de Michele Angriani y fue acabada el 23 de enero de 1524. Se trata de un ejemplar del primer libro impreso en Alcalá de Henares por el estellés Miguel de Eguía. El principal interés de esta adquisición radica en que está considerada la última obra del impresor Arnaldo Guillén de Brocar, quien murió durante el proceso de impresión teniendo que ser terminada por su yerno Miguel de Eguía, iniciándose así su actividad impresora al frente del taller de Alcalá de Henares.

Se destaca en nuestro ejemplar la fantástica encuadernación mudéjar, probablemente del taller del editor. La imprenta de Alcalá estuvo bajo la dirección de Eguía hasta el año de 1537, año en que el hijo de Brocar llegó a la edad suficiente para hacerse cargo de ella, y así, a partir de 1538 cesó el pie de Eguía por el de Juan de Brocar.

Eguía, que provenía de una familia adinerada, había sido aprendiz en el taller de Brocar desde 1512, cuando se exilió en Logroño, financiándole muchos de sus trabajos y al casarse con María, la hija de Brocar, se convirtió en socio, familia y posible heredero del negocio de Brocar. Se considera por su trabajo en los diferentes talleres de imprenta uno de los principales difusores de las corrientes humanistas del Renacimiento.

Por último, destaca la adquisición del libro ‘Guía del cielo’, de Pablo de León impresa por Juan de Brocar en Alcalá de Henares en 1553. Única obra conocida de este dominico de vida tumultuosa que estuvo implicado en la Guerra de las Comunidades y que en 1501 era predicador y misionero apostólico en Calahorra.

‘La Guía del Cielo’, obra escrita posiblemente en 1520 en el destierro en Jaca del autor y centrada en la doctrina de Santo Tomás, está dotada de una fuerte carga académica y pastoral. Única edición.


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