Y una concentración de medicamentos hipnóticos “ligeramente por encima del rango terapéutico”. No se registran signos de lucha
LOGROÑO, 8 (EUROPA PRESS)
La médico encargada del informe forense definitivo de autopsia del anciano de 82 años presuntamente envenenado con líquido desatascador por su cuidador ha indicado que en el cuerpo del fallecido se recoge “una concentración de medicamentos hipnóticos ligeramente por encima del rango terapéutico” así como lesiones hemorrágicas y también “quemaduras en los labios de la víctima compatibles con el ácido”.
La víctima presentaba “de forma clara” lesiones por quemaduras en la boca, en el labio superior e inferior y en la lengua, que continuaban por el tracto digestivo. Además, la experta evidencia que no había signos de lucha en el cuerpo de la víctima.
Todo ello, ha informado la médico forense, se vio ya en el informe provisional y se ratificó en el definitivo. Además, ha indicado, “con solo 30 mililitros de este ácido ya se producen esas lesiones internas”.
Este viernes se ha celebrado la quinta sesión del juicio contra A.V.M, de 46 años y sin antecedentes penales, por jurado popular, ante un delito de asesinato con alevosía, al envenenar presuntamente -en agosto de 2020- a la persona que cuidaba, un hombre impedido de 82 años, con un líquido desatascador. Además, el Fiscal le reclama una indemnización de 300.000 euros.
Sobre la medicación que se encontró en el cuerpo del anciano, sobre todo hipnóticos, para favorecer el sueño, la experta explica que en el caso del Noctamid, sujeto a prescripción médica, la dosis para una persona sana de edad media a administrar sería de 1-2 miligramos pero “hay que tener en cuenta el metabolismo y las patologías de quien las toma” por lo que para una persona mayor debería ser ” igual” pero sobre todo “menor que ese rango”.
En el cuerpo de la víctima se observó una concentración por encima del rango terapéutico pero no para alcanzar “dosis tóxicas letales”.
Volviendo a las lesiones, para la médico forense, las presentadas en el cuerpo de la víctima “son compatibles con las quemaduras que se producen en contacto del ácido con la superficie”. Además, en el estómago de la víctima se produjo un orificio en poco espacio de tiempo tras el consumo del ácido. No se vieron signos de lucha.
La autopsia a la víctima se realizó el mismo 5 de agosto, el anciano falleció a primera hora de la mañana de ese día, “por lo que seguramente en el momento de los hechos los niveles podrían haber sido superior”. Además recuerda que la víctima fue al hospital por lo que “allí también se le administró otro tipo de medicación”.
Además, a preguntas del Fiscal, la médica forense asegura que las manifestaciones de síntomas externos tras el contacto con el ácido es “inmediata” por el dolor y molestias.
A preguntas de la defensa, la médico forense ha indicado que las lesiones “son compatibles con haber tomado el ácido con un vaso de forma rápida. Una persona podría haber tomado la decisión de tomarlo y beberlo” pero con una autopsia “yo no puedo saber si fue un suicido u otro supuesto” aún así, ha indicado, “disminuye mucho la capacidad de reacción al haber tomado la medicación”.
Por su parte, dos peritos que han participado por videoconferencia que realizaron un análisis de tóxico del fallecido asegura que en el análisis se ve la ingesta del desatascador y medicación hipnótica. La víctima no dio positivo en alcohol.
La sesión de este quinto día ha contado también con la presentación de las pruebas documentales en las que se ha podido ver, gracias a las cámaras de seguridad, al ahora acusado comprando el líquido desatascador en una tienda de Logroño así como el coche en el que, presuntamente, estaba esperando también la víctima.
Tras la sesión de hoy, el juicio se retomará el lunes, 11 de marzo, en la Audiencia Provincial con trámite de conclusiones, informes y última palabra del acusado.
LOS HECHOS
El fiscal pide 23 años de cárcel para A.V.M., de 46 años, sin antecedentes penales, por un delito de asesinato con alevosía, al matar a la persona que cuidaba, un hombre impedido de 82 años, con un liquido desatascador. Además, le reclama una indemnización de 300.000 euros.
Según el escrito, al que ha tenido acceso Europa Press, el acusado entró en contacto con la víctima, J.V.L., cuando le alquiló una plaza de garaje y un trastero de su propiedad en la calle Beratúa de la ciudad de Logroño. Poco después el acusado comenzó a ejercer funciones de asistencia a J.V.L., en un principio sólo durante el día y con posterioridad llegando a pernoctar el domicilio de la víctima, debido a que éste sufrió un ictus.
Tres días después de salir del hospital, el acusado acompañó a la víctima a una notaría, donde éste último “otorgó testamento instituyendo heredero al acusado con la obligación de prestarle asistencia y cuidados hasta su fallecimiento”. Dicho testamento revocaba otro en el que instituía como herederos, por mitad e iguales partes, a sus sobrinos.
Posteriormente, el 4 de agosto de 2020, y siempre según el escrito del fiscal, el acusado acudió al establecimiento de productos de fontanería donde compró un producto desatascador profesional. Esa misma noche, administró a la víctima el medicamento Noctamid, “en cantidad ligeramente superior al rango terapéutico, para provocarle somnolencia, y hallándose en ese estado, que le impedía defenderse, el acusado le hizo ingerir parte del producto desatascador mencionado anteriormente, con el propósito de causarle la muerte y poder heredar sus bienes”.
Transcurrido un cierto tiempo desde dicha ingesta, el acusado llamó al servicio de emergencias SOS Rioja. La víctima falleció a las 07,50 horas del mismo día en el hospital siendo la causa inmediata de la muerte “fallo multiorgánico secundario a perforación gástrica y la causa inicial o fundamental perforación gástrica por ingesta de producto químico ácido”.
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